Por Rafael Matos Féliz
Casi en el ocaso de la primavera del
1924, el día 17 de junio, nació en el barrio “La joya” de Santiago de los
Caballeros, quien fue declarado como José Manuel Cabrera y posteriormente
llamado con el sobrenombre de “Cacata”. Siendo sus padres los señores José
Ulises Domínguez y Ana Fidelina Cabrera, ambos fallecidos.
Durante su niñez se involucró en
diferentes juegos propios de la edad, pero al cumplir los once años ya se
destacaba en juegos de
béisbol, callejero o de patios. Al iniciar sus
actividades deportivas le gustaba defender un lugar de los jardines, pero luego
se convirtió en infielder o jugador del cuadro.
Participó en el béisbol
juvenil en los equipos “Baracoa” y “La joya” de la ciudad de Santiago y
cuando tenía trece años conoció al jugador profesional norteamericano, Pat
Patterson, quien era la segunda base del equipo de Santiago. Fue este
jugador quien enseñó a Cacata Cabrera cómo jugar en la intermedia.
En el 1939, Cacata Cabrera contaba con
15 años, y jugando para el equipo “La Milagrosa”, resultó ser el campeón del
infielder al no tener un solo error en 98 atrapadas realizadas. Del
1939 hasta el 1942, jugó segunda base en equipos como: “Odeste de
Valverde, Mao”, “Guanábano”, “Cayetano Germosén”, “San Francisco de Macorís”,
“Tavares”, “Montecristi”, “Aviación Militar”, “Ejército Nacional”, “Reserva
Fundación de San Cristóbal”.
En marzo del 1948 jugó en la Selección
Dominicana, contra los Dodgers de Brooklyn y los Reales
de Montreal, y en esos intercambios, su rapidez, su desplazamiento en
la segunda base y un bateo oportuno, dieron fama y popularidad al joven
intermedista. Para el 1950 pasó al profesionalismo y jugó con el
“Escogido”, hasta 1953. Más tarde (1954) interviene con los “Orientales”, que
para la fecha llegaron a ser Campeones Nacionales, y en ese torneo Cacata
bateó para 300. Todo ese historial deportivo lo enaltece y eleva
como Gloria Nacional.
En 1956, por recomendación del
General José Arismendy Trujillo (Petán), hermano del dictador que gobernaba con
mano de hierro la nación, Cacata Cabrera pasa a ser instructor de
Educación Física, con asiento en Bonao.
Posteriormente, la Fundación Deportiva
de Monseñor Nouel le otorgó el premio “Mérito Deportivo”. En el
1965 sale hacia Puerto Rico y allí se desempeña como obrero; pero luego, en
Llabucoa, Guayama, junto a Tetelo Vargas se dedica de nuevo a los
entrenamientos en béisbol.
Cuando regresa al país, es nombrado
como Instructor de Deportes en la Región Sur, específicamente en
Barahona, y se desempeñó como Monitor de Sedefir y como Masajista. Y
aunque sus labores deportivas se asumían con especificidad para los
deportistas del Batey Central, Cacata Cabrera se salía de esos linderos y
desempeñaba sus capacidades en la provincia completa, así como en las
provincias de Pedernales, Bahoruco e Independencia, es decir, en toda la
región. Son estas últimas actividades a favor del deporte barahonero y de la
región, las que le dan todo el sitial en NUESTRAS GLORIAS.
En estas demarcaciones se fajó con
niños, jóvenes, amateurs y adultos en las lides beibolísticas. Se le recuerda
como un aguerrido instructor y muchos recuerdan también una faceta muy
simpática de él, pues sus ocurrencias y chistes eran tremendos. Era su
costumbre, cuando le daban una responsabilidad que no era de su saber y
competencia, hacer jocosidades tales como “y yo que sé de esa
vaina”. Como ocurrió cuando lo nombraron como Ayudante Mecánico, lo
cual desataba risas y carcajadas en los presentes.
De sus instrucciones y enseñanzas
salieron estrellas del béisbol, muchas de las cuales llegaron a ser firmados para otras ligas, especialmente en los Estados
Unidos. Entre esas estrellas podemos señalar a Radhamés Mills, Rafael Cuevas
(Faelo), San Luis Cide y otros más. En estos frutos alcanzados, es de rigor
señalar también a Rafael Padilla (Picho), quien hacia la labor de Manager en
los equipos locales.
Cacata Cabrera vivió sus
últimos años en el humilde barrio de “Los Blocks”, en el Batey Central de la
ciudad de Barahona. Vivió allí junto a su esposa Lidia Fernández y sus hijos,
en condiciones de ceguera casi completa. Con serias dificultades de salud
regresó a Bonao y pasó los últimos días de su vida sumido en una terrible
miseria. En una comunidad rural de Bonao y con esas penurias a cuestas, casi
rondando los 86 años de edad, muere el 22 de febrero del 2010.
¡!CACATA, HICISTE TU LABOR EN FORMA
MAGISTRAL Y POR ELLO TE DAMOS HONOR Y GLORIA!!
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