
así como los pecadores del municipio de
Las familias de estos
pueblos, de generación en generación, históricamente desarrollaron su vida a
través de la pesca y de la explotación agropecuaria en los terrenos
periféricos, siendo por muchas décadas el principal sustento familiar.
Causas que aceleraron la desaparición de Laguna Rincón
En las últimas tres décadas, los recursos existentes en este ecosistema se han visto diezmados, amenazados,
en peligro y otros han desaparecidos como fruto de una mala práctica en su
explotación y uso (sobreexplotación) y por los eventos hidrometereológicos
acaecidos en el país y en la región.
En el 1998, el huracán George
provocó grandes afectaciones en el país y de manera muy específica en la
vertiente sur de la cordillera central. Fruto de ese evento fueron
arrastrados hacia la cuenca baja, millones de toneladas de sedimentos, de los
cuales una gran cantidad fue depositada en el fondo de ese cuerpo de agua,
así como la destrucción de las infraestructuras de control existentes en el Rio
Yaque del Sur.
Las tormentas Noel y Olga, ocurridas en el país en el año 2007, depositaron grandes volúmenes de sedimento
en ese cuerpo de agua y el Lago Enriquillo. Con esos eventos terminan de
colapsar los sistemas de control en el Río Yaque del Sur, en la cuenca baja
(compuertas Caño Trujillo y Dique de Mena), así como las obras de regulación en
la propia laguna (compuertas Caño Lucas y compuertas de Cristóbal), penetrando
el río de manera directa por varios puntos hacia la Laguna y dejando grandes
volúmenes de sedimentos, hasta convertirla en un plato llano como está hoy en
día y perdiendo su capacidad de almacenamiento de agua.
Este cuerpo de agua tiene la
capacidad de almacenar unos 66 millones de metros cúbicos (m³) de agua, pero
fruto del depósito de sedimento por los fenómenos atmosféricos indicados, éste ha
reducido su capacidad de almacenamiento por debajo de un 50%, convirtiéndose en
un plato llano.
Sumado a la situación planteada en los párrafos
anteriores, está la expansión agropecuaria en los terrenos circundantes,
actividad que para su explotación utiliza casi en su totalidad la poca agua que
cruza por el Dique de Mena y la quema de los Eneales y Carrizales de manera
frecuente, lo que provoca su vulnerabilidad y la desertificación del embalse.
Durante los últimos tres
años se ha presentado en la región una sequía muy acentuada y de manera muy
específica en las cuencas del Río San Juan (presa Sabaneta), cuenca del Río
Yaque del Sur (presa Sabana Yegua) y en la cuenca del Bahoruco Oriental (el
Limo, Monteada Nueva, Cortico y la Hoz). Estas son las cuencas que aportan los
volúmenes de agua que mantienen en equilibrio este ecosistema. Además del paso
por la región de fenómenos atmosféricos importantes que aporten grandes
lluvias.
En las estribaciones del
Bahoruco Oriental que drena hacia la Laguna Rincón o Cabral, son muy acentuadas las actividades de deforestación, el conusquismo (tumba y quema) repercutiendo
de manera directa en la disminución de las aguas subterráneas que alimentan
este ecosistema y aumentando los volúmenes de sedimentos arrastrados hacia su
lecho. A esto se suman las actividades de explotación minera a cielo abierto
de la empresa Khoury Industrial, todo ese pasivo ambiental es arrastrado a la
laguna para seguir contribuyendo con la desaparición del cuerpo de agua.
Esta carencia de aporte de
volúmenes de agua por tanto tiempo y sumado a los grandes depósitos de
sedimentos y a las altas temperaturas que acontecen en la región, provocan un
déficit hídrico que ha repercutido con la situación calamitosa que presenta la
Laguna Rincón o Cabral en la actualidad.
*El autor: Es Ángel Peña,
ingeniero agrónomo y presidente de la Sociedad Ecológica de Barahona (Soeba).-
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