14 de marzo de 2020

El Fenómeno de la Juventud que Protesta y Yo


Por Rafael Hernández

Espero una mejor comprensión del fenómeno que se está dando con nuestra juventud tirada al medio en la plaza de la Bandera y demás espacios; no son solo capitaleños, hay jóvenes de todo el país, pero nadie anda con un cartel diciendo de qué pueblo es. No se puede menospreciar este fenómeno, exigiéndoles representación ni directiva, es una Conciencia Social Colectiva que pocas veces se produce en el mundo, como en Argentina, cuando los universitarios se lanzaron a las calles con exigencias hasta entonces inimaginables y pese a la gran represión y matanzas, su país se fue revolucionando y hoy la mayoría de dictadores y criminales purgan cárceles.

México, donde el presidente Díaz Ordaz realizó una terrible matanza en 1968, que pudo evolucionar y sacar al PRI del poder tras 77 años de dictadura y cambiando los sistemas de partidos que ahora han producido a un López Obrador.

Francia, donde también en 1968 Charles de Gaulle ejecutó un genocidio entre los estudiantes y jóvenes que protestaban, y hoy los cambios se van imponiendo, de manera que a nadie más se le ocurre tomar medidas dictatoriales o antidemocráticas sin ser obligado a salir del poder inmediatamente.

Estados Unidos en los años sesenta y setenta con los Islámicos Negros, Malcon X, The Black Power, el Movimiento por los Derechos Civiles, el Ecologismo y Feminismo que representaron una novedad tal que obligaron a producir reformas fundamentales, aunque tuvieron que asesinar al presidente Kennedy y a Martin Luther King, para acabar con la segregación racial y posteriormente darle el derecho al voto a los negros. 

Este movimiento juvenil luego se reproduce en Europa y en Oriente y que logra el despertar de muchos pueblos, caídas de muchas dictaduras y liberación de naciones oprimidas. Y ninguno o muy pocos tenía una directiva. 

En Italia, las Brigadas Rojas secuestraron al exprimer ministro Aldo Moro y al fracasar las negociaciones lo asesinaron. En Japón, el Ejercito Rojo realizó hazañas increíbles. En Uruguay, los Tupamaros asombraron al mundo con sus espectaculares asaltos y acciones revolucionarias.

Todos esos movimientos cumplieron un papel social, dinamizaron la democracia e hicieron que las sociedades conquistaran nuevos derechos y tuvieran democracias más participativas. Así que, no los menosprecien, hay un despertar, pero no a la antigua, es el fenómenos asociado a la internet, a las redes, a la era digital de las comunicaciones de alta velocidad, de la difusión del saber, del predominio de la tecnología. Así que no quieran que ellos actúen como viejos con viejos moldes desfasados, déjenlos hacer, que ellos saben lo que quieren, que es lo que queremos todos: Salir de estos sistemas obsoletos y corruptos y tener un mejor país para todos, y poder disfrutar de un futuro con inclusión social, política, administrativa, justicia social, sin injusticias ni privilegios irritantes, entre tantos anhelos de estos pueblos. 

Eso es lo que yo pienso y quiero.

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