Por Carlos J. Vidal Lassis
Recientemente han surgido razones para que uno quiera entender mejor cómo los medios, en general, sirven de herramientas de manipulación, control, difamación, intimidación y hasta como instrumentos coercitivos. Y también cómo la propaganda puede afectar los mismos contenidos de los propios medios.
Las fuentes académicas y los artículos revisados con este fin, de una mejor visión de este flagelo de la libertad, son muy coincidentes y no resulta difícil lograr dicho propósito.
Basta con indicar los factores puntuales de sostenibilidad que permiten rebotar o desarticular dichas herramientas. Coinciden los autores en que un Poder Judicial independiente y una Oposición Parlamentaria vigorosa, son requisitos imprescindibles para que los medios cumplan efectivamente su misión.
La Ética profesional en los periodistas y la moral y valores relevantes al ciudadano común que se expresa por los medios sociales, son claros y están establecidos, aunque no hay garantía de que haya una actitud alineada en ambos casos, lo cual es un tópico a tratar aparte. Pero se establecen como factores también imprescindibles.
Queda este párrafo anterior como el desafío para los que lean estas notas y se reflexione con la esperanza de que contribuya al mejoramiento de la situación imperante.
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