Hay consejos prácticos que te ayudarán a ser un buen comunicador, ve reflexionando
sobre estos topicos:
Un día llega un jovencito a un parque cualquiera con una limpiabotas en
mano, eran sus inicios, no conocía nada sobre el arte de un buen
limpiabotas.
Otros limpiabotas más duchos que estaban en el mismo parque, le llaman y le preguntan, ¿eres nuevo?, él confirma la pregunta, entonces le dicen: "para que vayas aprendiendo, ve donde ese señor que está sentado y pregúntale si va a limpiar".
Acto seguido hace lo que le aconsejan, se planta frente al caballero y le
hace la pregunta: "Señor va a limpiar?", de inmediato recibe una tremenda
bofetada.
El caballero a quien le hace la pregunta, era un personaje barahonero a
quien relajaban de ese modo. -"Santiago, va a limpiar?". Pero el jovencito no lo sabía.
Hay ciudadanos que son especialistas en detectar ladrones y para ellos, donde más abundan es en los puestos públicos; si decides ser comunicador, los
ladrones de ellos no deben ser tus ladrones, no le llames ladrones, espera que
un juez los condene.
El copiar y pegar no debe ser una de tus funciones. Hay notas que se hacen
con malas intenciones y reproducirlas te hace cometer esos mismos errores.
El buen comunicador no debe confiarse de todos sus informantes, se deben
escuchar, pero hay que salir a confirmar lo que éste le informa. Les contaré
una experiencia en tal sentido.
En el 1975, siendo yo corresponsal de Noti Tiempo, un amigo dirigente de un
partido de izquierda me contactó con mucha urgencia, y muy alarmado me cuanta
que la injerencia extranjera había llegado tan lejos que en el parque central
de Barahona habían apresado a un ton ton macut (policía haitiano). Una buena
nota para una transmisión en vivo.
Lo más rápido que pude me encaminé a la Dirección Sur de la policía.
Sorpresa!, el apresado era un ciudadano jamaiquino, marino mercante, llegó en un
barco, salió a divertirse a los prostíbulos, con una pistola calibre 22 en el
cinto, se emborrachó y de regreso al barco, se sentó en el parque central donde
se durmió y la policía lo detuvo.
Cuando llegue al despacho del oficial del día, ya le estaban haciendo
entrega del detenido al capitán del barco, dejando incautada el arma. El marinero
desconocía que aquí se necesitaba un permiso para el porte de armas de fuego.
Si hubiera realizado la transmisión en vivo como quería mi amigo el
comunista, se hubiera armado tremendo alboroto y yo hubiera tenido
que salir urgente a hacer el desmentido. Con esa parte he sido muy puntual, el
día en que tenga que hacer un desmentido, prefiero la muerte, porque la
credibilidad no se puede perder.
En el ejercicio comunicacional hay muchos perversos, los hay que por un par de
pesos quiebran una buena amistad. Los hay también, que para lograr
propósitos hasta chantajean; hay unos que creen que con decir las debilidades
de quienes fueron sus amigos, ya son comunicadores. Dios los perdone.
Esconder la verdad sobre un hecho, es el pecado capital de un
comunicador, la verdad debe ser dicha siempre, no importa a quien afecte, pero
la verdad debe ser el norte de un buen comunicador.
La comunicación tiene reglas claras y quien las conozca y las respete será tenido por buen comunicador, y como tal será respetado hasta por quienes afectó con la verdad.
Hay un articulado Constitucional que reza, que todo ciudadano tiene derecho
a buscar y difundir informaciones, eso es verdad, pero en ninguna parte de ese
articulo, el 49, dice que eso le da derecho a que se ande identificando como
comunicador o periodista, hay instituciones que dan esa licencia, la Comisión
Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonia le da licencia para ejercer
de locutor.
En el caso de periodistas, tenemos varias Universidades que le otorgan un
título de licenciado en comunicación. Antes, cuando se vivía el tiempo romántico
de la comunicación, habían escuelas por correspondencia y hasta institutos con
mucha calidad.
Para la fecha, esos institutos y escuelas por correspondencia incluían en su
programa de estudios la mayoría de las materias que imparten las universidades
de hoy día, claro, los programas eran más sintetizados.
Como reflexión final, les digo, no basta tener dedos, cerebros, corazón y
''principios'', se necesita tener dedos hábiles, cerebro para pensar, corazón
para los buenos sentimientos, ética, principios, moral y formación que nos
permita entender adecuadamente como debemos ejercer.
Un periodista o comunicador no tiene patente de Corso para andar
despotricando a los demás, la comunicación se ejerce con RESPETO.
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