7 de junio de 2019

Legislar Versus Regalar

Por Nélsido Herasme

Muchos electores estamos claros sobre el papel que los diputados, como funcionarios públicos, deben desempeñar en el Congreso de la República.

El legislador que más trabaja no es el que hace obra en su comunidad o el que regala mosquiteros, canastillas a embarazadas, fumiga cañadas o saca de las casas de empeño artículos de sus correligionarios.

Los diputados, en su mayoría, creen que están zumbando la pelota al sustituir un viejo programa que implementa Acción Cívica de las Fuerzas  Armadas.


El diputado o diputada no es el que ha ido a ocupar una curul congresual para arreglar calles y construir obras con el sueldo que gana.

Además de no ser esa su misión, el congresista no maneja presupuesto, más bien su papel es el de presentar proyectos de leyes que beneficien a la gran colectividad y en el marco de su gestión exigir y demandar del superior gobierno para que acuda en auxilio de todos los ciudadanos.

Conocemos muy bien a los siete diputados de la Circunscripción 3, de quienes nadie ha saboreado una sola iniciativa congresual que redunde en provecho de esa demarcación electoral, por cierto la más vulnerable y pobre del Distrito Nacional.

Estos legisladores no acaban de encontrarse con su misión, por tanto  siguen diciendo que “trabajan por su comunidad” porque poseen una fundación, dan habichuelas con dulce en Semana Santa, brindan servicios a través de una ambulancia que cabildearon y resuelven algunos que otros problemas personales a sus más cercanos colaboradores. Eso no es legislar para las mayorías, más que bien, a eso se le llama asistencialismo, por tanto ese rol está destinado a las instituciones del Estado.

Qué busca un diputado regalando un mosquitero a doña Petronila en la Ciénaga, por el simple hecho de que a la dama le están picando los mosquitos. Más bien lo que debe de hacer es ver si esa comunidad adolece de un brote de estos dañinos insectos y denunciarlo por los medios para que el Ministerio de Salud proceda a eliminarlos a través de un programa de fumigación y una campaña preventiva.

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