Ataques de Trump contra rivales y aliados tensan Cumbre G-20
Parìs, Francia.- El ambiente se electrizó bruscamente en Osaka,
en vísperas de la cumbre que comenzó anoche y que mantendrán entre hoy y
mañana los líderes del G-20,
como resultado de las múltiples
intimidaciones, advertencias y comentarios peyorativos lanzados por el
presidente norteamericano, Donald Trump , contra varios
participantes , incluidos aliados, rivales y países neutrales.
Y para que no queden dudas sobre el conflicto con
Teherán, antes de partir repitió que esperaba que no hubiera guerra. Pero
advirtió que, si llegara a ocurrir, su país estará en posición de fuerza y un
eventual enfrentamiento "no duraría mucho tiempo".
La declaración fue inmediatamente ridiculizada por el
régimen de los ayatollahs: la idea de una "guerra corta" contra Irán
es una "ilusión", dijo el canciller Mohammad Javad Zarif. Durante la
década de 1980 Irán mantuvo un conflicto de ocho años con Irak -apoyado por
Estados Unidos-, y desde la instauración de la Revolución Islámica, en 1979,
resiste un boicot norteamericano permanente.
Pero, en Osaka -donde en la madrugada de hoy se
llevaban a cabo las primeras sesiones de trabajo-, la atención se concentra en
la reunión que Trump debe mantener mañana con el presidente chino, Xi Jinping , para tratar de poner fin
a la actual guerra comercial entre ambos países. Sin embargo, pocas horas antes
de sentarse a la mesa de negociación, el jefe de la Casa Blanca volvió a atacar
violentamente a China.
En una entrevista con la cadena Fox Business, dijo que
"Pekín quiere un acuerdo porque su economía se derrumba", debido a
las tasas aduaneras aplicadas por Washington. Trump espera, sin embargo, que Xi
adopte "una actitud conciliadora" durante el tête-à-tête que
mantendrán al margen de la cumbre.
De lo contrario, está dispuesto a aplicar nuevas
tarifas aduaneras, de 10% y 25%, a los 300.000 millones de dólares de
importaciones chinas que aún no han sido afectadas por las sanciones. "Mi
plan B es ponerme en el bolsillo miles y miles de millones de dólares cada mes
y disminuir el intercambio con ellos", dijo desafiante. Horas antes, sin
embargo, el secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, había
afirmado que el acuerdo con Pekín estaba listo en un 90%.
Pero la retórica guerrera de Donald Trump no terminó
allí. El mandatario norteamericano, oficialmente en campaña para su reelección,
afirmó que Vietnam era "peor" que China en materia de intercambio
comercial. Y, en lo que ya parece una auténtica obsesión, volvió a atacar a
Alemania, país miembro de la OTAN, a quien acusó de ser "un socio
deficiente" y de aprovecharse de Estados Unidos al actuar como una
"mala pagadora".
"Alemania paga miles de millones de dólares a
Rusia por su energía y, a pesar de eso, nosotros debemos proteger ese
país", se irritó.
Repercusión
Los líderes internacionales están acostumbrados a los
desplantes y a la ausencia de modales del presidente norteamericano. También
saben que no hay nada que deteste más que esos foros multilaterales donde se
siente fuera de lugar. El problema es que se trata del líder de la primera
potencia y todas sus decisiones tienen una repercusión directa en el resto del
mundo.
Frente a la agresividad norteamericana -por ejemplo,
en el plano comercial-, ¿cuál será la actitud de los otros países del G-20?
"Hemos decidido cooperar estrechamente para que el G-20 envíe un fuerte
mensaje", declaró el premier japonés, Shinzo Abe, anfitrión de la cumbre,
junto al presidente francés, Emmanuel Macron, que realizó una
visita previa de dos días a ese país.
Para ambos dirigentes, es necesario crear una
corriente que permita -hasta la realización del G-7 de fines de agosto en
Biarritz- limitar los intentos de Trump de romper el consenso internacional.
En ese sentido, la Unión Europea (UE), junto con
Japón, Canadá y probablemente México, intentarán reforzar el club de los
partidarios del multilateralismo.
Fuente: lanacion.com.ar.-
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