
acercaban unas elecciones, de ser propiciador de una alegada "unificación" de la República Dominicana con Haití. Supuestamente nadie lo creía, pero esa falsa denuncia, quiérase o no, fue un obstáculo en la carrera hacia el poder del líder perredeista.
En un plan macabro para frenar su ascenso al poder, al fenecido Antonio Guzmán se le acusó de haber lanzado miles de litros de leche a un río. Así lo presentaron como un hombre despiadado y enemigo de los pobres. En este caso, no valió el invento en su contra. Guzmán logró la victoria en l978. Contra Hipólito Mejía se levantó una fábula que lo relacionaba con uno de los más grandes narcotraficantes de México. Aunque se reclamaron las pruebas por diversas vías, el senador que lo vinculó a este sucio negocio no pudo demostrarlo. El caso culminó con una EXCUSA que no satisfizo al agraviado, y menos a la ciudadanía. En contra de Leonel Fernández, un ciudadano condenado por narcotráfico, y que fue apresado y deportado en uno de sus gobiernos, lo acusó de haber recibido de sus manos, un alegado préstamo de 200 millones. Aunque se le ha reclamado que presente aunque sea un papelito que pruebe su denuncia, nada ha pasado. Eso, sin embargo, se cree frenó la carrera de retorno de Leonel en el 2016. El caso más reciente lo puso hace una semana en la palestra, el pre candidato presidencial Luis Abinader. Denunció que en un importante consulado dominicano, desaparecieron 500 libretas para pasaportes. Le agregó que esas libretas están siendo usadas por terroristas, traficantes de drogas y personas ligadas a la delincuencia. La directora de pasaportes, Aura Toribio, pidió que Abinader presente las pruebas de dónde, cuándo y quiénes sustrajeron dichas libretas. Aunque hace ya más de una semana de la denuncia y del reto lanzado por la funcionaria Toribio, todavía la población espera se presenten esas pruebas.
Como ven, son solo algunos ejemplos de denuncias infundadas, hasta prueba en contrario, puestas en la palestra desde distintos litorales en contra de algún adversario. Al final, esos casos no han llegado a los tribunales, ni a la cárcel.
Debe llegar el tiempo en donde todo aquel que haga este tipo de denuncias fabuladas, sin presentar las pruebas, tenga que pagar por esa irresponsabilidad. Solo así se pondrá fin a esa malsana práctica de enlodar reputaciones, personales o de una administración, con el solo hecho de pretender enlodar a unos para sacarlo de juego...como adversario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.