Parque Nacional Sierra Bahoruco y desarrollo sostenible (2)
Por Rafael Matos Féliz
Anteriormente
señalamos que a los depredadores del Parque Nacional Sierra Bahoruco solo les
interesa obtener recursos económicos personales, sin importarles la vida de los
ciudadanos que dependen de la producción de agua del Área Protegida. Ahora
continuamos con el tema.
Es
una regla general, que los “empresarios”, el gran capital y gobiernos que desprecian
a los ciudadanos, hagan “políticas públicas”, que en realidad son políticas
privadas, que no benefician a las grandes mayorías, sino que benefician
a sus grupos de relacionados o a su patrimonio personal.
En
el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, se señalan personeros políticos, como el
ex candidato a Senador de la provincia de Pedernales, Saturnino Espinal y un
hermano del Presidente, Ángel Milcíades Medina Sánchez. Ambos se señalan como
responsables de la destrucción del bosque nublado del parque, con la
construcción de caminos y ampliando la frontera agrícola, con siembra de
cultivos en una zona protegida por ley y que es la garantía de la dotación de
agua para unas 30 mil personas.
Cuando
los encargados del Área Protegida ordenaron parar los equipos pesados que trabajaban
en la zona, el señor Saturnino Espinal, frente a los presentes, hizo una
llamada al hermano del Presidente para que dispusiera de sus oficios para
mantener la intervención ilegal. Los presentes escucharon, en alta voz, cuando
el señor Medina Sánchez preguntó ¿quién había
dado la orden de que se detuviera la maquinaria? Y
seguido informó que, “era
el mismo Presidente quien había mandado los equipos a la zona’’.
Días antes, el
Presidente había hecho una “visita sorpresa” a Pedernales y en la misma se comprometió
“dar apoyo a los productores que realizaban sus actividades fuera del parque”. Al
parecer, y según lo dicho por el hermano del Presidente, “que los equipos
pesados que intervenían el parque fueron enviados por él”, entonces la promesa
del Presidente no se entendió muy bien, pues el apoyo prometido era para los que
estaban dentro del parque haciendo un daño extraordinario al Área Protegida y
no para los que estaban afuera.
Vamos a ver si
entendemos. Mientras importantes autoridades del Estado y el mismo Presidente,
se han descantillado diciendo que llegó “la hora del sur” y con ello se
refieren al desarrollo turístico, donde Pedernales, con Bahía de Las Águilas,
entra por la Puerta Grande.
Entonces, si los
“agricultores de nuevo cuño” se hacen millonarios con sus cosechas y dejan a
Pedernales sin agua potable, en calidad y cantidad, ¿Cómo es posible concretar la
“hora del sur”?, ¿de qué turismo se habla?, ¿de cuál desarrollo? Por las
acciones del Estado en la zona, nos imaginamos que pronto tendemos un nuevo
turismo masivo y moderno, el “turismo seco y de zonas áridas”, es decir, un
turismo sin agua. ¡Diablo, los dominicanos somos unos tremendos!
Pronto tendremos
pueblos que no necesiten agua para vivir e inventaremos cultivos de plantas que
no requieren agua para producir y tendremos los primeros “bosques nublados y
húmedos” híper tolerantes a las sequías prolongadas. Tendremos una amplia
diversidad con fauna y flora de los desiertos y tendremos, lo nunca visto, “un
desarrollo sostenible seco”. También tendremos a nuestros vecinos haitianos
cuidando nuestra frontera.
Estas disquisiciones tienen
su lógica en los criterios de los súper ministros de Medio Ambiente y de
Agricultura. El primero dijo que la depredación y las siembras en el Parque Nacional
Sierra de Bahoruco, son problemas humanos. Es cierto, pues cerca de 30 mil
personas están en peligro de subsistencia. Pero el ministro de Medio Ambiente
se refería a los agricultores de nuevo cuño, los que están destruyendo el
parque. ¡Tremenda teoría medioambiental!
El segundo dijo que los cultivos consumidores
de agua, no tienen que eliminarse, porque los humanos consumen más agua y por
eso no los vamos a eliminar. O sea, que para el ministro de Agricultura, ¡un árbol que consume agua no tiene
importancia frente a otro que produce agua, porque los humanos consumen mucha
agua! Otra belleza. También dijo que en la zona trabajan personas
que defienden la dominicanidad. Lo que se conoce es que allí laboran 300
haitianos y 6 dominicanos. ¡Diablo
ministro! ¡Tremenda teoría agrícola y patriótica!
Proponemos a Ángel Estévez y a Omar Benítez,
ministros mundiales de Medio Ambiente y de Agricultura, respectivamente.
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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