Avenida Circunvalación Interna y desarrollo de Barahona (2)
Por Rafael Matos Féliz
La
“circunvalación interna” se construyó sin derribar la pared de la UASD,
debido a la oposición presentada por la familia universitaria. La obra
cubrió una superficie aproximada de 28,000 metros cuadrados.
No
se sabe cuándo Odebrecht la “abandonó”, pues al explotar los escándalos y
las mafias de la empresa, Obras Públicas colocó letreros, indicando que
la construcción era del ministerio.
Con la iluminación y la
arborización, eso está que pica y se extiende, pues hasta ahora nada da
“pie con bola”; nada funciona.
De 68 luminarias, se apagó el
79%. Dizque se “repararon” y al parecer eso no sirvió. Después se optó
por apagar todo el sistema, sin que nadie responda de ese desastre. En
la arborización, plantaron 104 palmas en las aceras y en la isleta
central, y en esta última, junto a las palmas se sembraron 92 Cicas. Además, en las aceras y entre palmas, sembraron Croton y se cubrió el
resto con gramas. ¡Muy bien todo eso!
Luego se secó el 80% de las palmas y se siguen secando las que aún
quedan. De las cicas se secó el 72% y otras están en muerte progresiva.
Los croton se secaron todos. Luego sembraron uva playa y seguido, todas
se secaron.
Después sembraron guayacán y Maras o Barías y ya se observa
el secado de algunas de ellas. Ahora se volvió a sembrar uva playa y
maras nuevas ¡Buen negocio!, ¿verdad?
En arborización se estila
dar garantía para reponer, sin costos, las plantas que se mueren en
cierto tiempo). En la circunvalación interna, parece que a nadie se le
exige garantías sobre las intervenciones y como eso es dinero de los
contribuyentes. ¿A quién le importa?
Los drenes construidos,
lo menos que hacen es drenar. Casi toda el agua corre por la avenida.
Esperemos las consecuencias de ese otro desatino más adelante.
Otro
aspecto son los sedimentos que se depositarán en la ensenada de la playa
Casita Blanca, lo que podría disminuir en el futuro la profundidad
marina, llevando eso a encallar los barcos que van al muelle del Cayo.
Los
cerebros que idearon la avenida son los más excelsos de todos los
cerebros de la bolita del mundo, pues la misma aisló y puso de espaldas a
los residentes de los sectores Respaldo Juan Pablo Duarte y El Laurel,
cuyas calles se comunicaban con una marginal, que fue la vía propuesta
para la “Avenida de la Salud” en el consenso para el Nuevo Centro Urbano.
Las calles de la zona residencial se cerraron (excepto una) y ahora
los residentes tienen que devolverse dando tremenda vuelta,
dificultándoles salir del lugar. Se espera que en situaciones de
emergencias (ir hacia un centro de salud o para entrar a la zona residencial
en caso de incendio), no se conviertan en desgracias fatales por la
tardanza para llegar a centros sanitarios, así como por la falta de
acceso hacia la zona residencial si se necesita apagar un incendio.
La
avenida se hizo sin posibilidad de ir desde la zona residencial hacia
el malecón y sin acceso hacia la zona residencial, si se conduce desde
la Avenida Luperón. Eso lleva a los usuarios de la vía a tomar la
dirección contraria para llegar a cualquiera de esos destinos,
aumentando los riesgos y las posibilidades de accidentes.
Nada controla la entrada o la salida en la circunvalación. En estos
puntos, los choferes de vehículos pesados usan sus bocinas creando un
ruido infernal y cuando intentan cruzar lo hacen, como diciendo.
¡Métanse pa` que vean!.. Se piensa colocar semáforos. Si estos equipos
se instalan, debe disponerse de un personal de AMET, pues los
motoconchistas no respetan ningún control del tránsito, en ninguna de
las calles.
Esa obra se hizo a la brigandina, sin criterios
técnicos adecuados y con falta de previsiones, para emergencias y
desastres, facilidad de acceso, educación vial, drenajes, disminución de
riesgos y accidentes, consecuencias, etc. A este desastre, alguien
tuvo la cachaza de escribir: “que esa obra está siendo ejecutada con los
más altos requerimientos de la ingeniería moderna” y su queja fue:
“lástima que los trinitarios de siempre, los que se oponen a todo, se
hayan opuesto a esa obra”.
¡¡Hay que estar vivo para ver pendejadas y disparates!!
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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