Llevo meses escuchando desde distintos litorales de la oposición y a
algunos empresarios, asegurar que Punta Catalina no estará lista en el
tiempo previsto por las autoridades, debido a la falta de recursos y a
las dificultades con la empresa Odebrecht. A cada cuestionamiento, la
respuesta de los funcionarios ha sido firme. Aseguran que esas especulaciones son solo deseos de aquellos que se benefician de los apagones que por años han castigado al país. La semana que
termina volvieron a surgir voces que siembran dudas sobre la terminación de este proyecto. Ahora, además del conflicto Odebrecht, se agregó que faltan más recursos.
Esos rumores confunden al ciudadano. Decenas de veces el presidente Danilo Medina nos ha hablado de las bondades de Punta Catalina, de su necesidad y de cómo hará que nos olvidemos de los molestosos apagones y el caro servicio. Siempre se ha dicho que recursos no faltarían para la obra cumbre del actual gobernante.
Una obra que se ha levantado contra viento y marea. Una obra construida a pesar de todos los cuestionamientos de opositores políticos y de sectores empresariales que ven amenazadas sus grandes ganancias con el negocio energético. Se anunció que este año comenzarían las pruebas.
Una de ellas sería encendida ¿Por qué hay sectores que insisten en que faltarán unos 200 millones para terminar la obra? Pero, gracias a Dios, esos rumores, al parecer son solo pesadillas, error de cálculo de los oponentes de Punta Catalina.
Lo digo, porque el director de Presupuesto, Luis Reyes, le dijo al país que eso no era cierto. El hombre que maneja los recursos del Estado. La persona que sabe si tenemos o no recursos para una u otra cosa, ha dicho que Punta Catalina no será paralizada. Que hay recursos para su terminación en el tiempo previsto. Lo dijo con estas palabras: “No es verdad que no hay recursos para terminar Punta Catalina. Después de haber invertido 1,900 y tantos millones de dólares en una obra, qué se puede alegar ahora para decir que no se pueden buscar 100 millones de dólares para terminarla?”.
Lo dijo muy claro. Se publicó el 5 de julio en el vespertino El Nacional a muy buen espacio. Desde ese momento, el nerviosismo de quienes deseamos ver el fin de los apagones desapareció. Me atrevería a sugerir a las autoridades que mantengan mejor informado al país de la marcha del proyecto, así, pocos darían crédito a las especulaciones, sobre el atraso o detención de la obra.
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