13 de mayo de 2018

EXPRESIONES

Un barril sin fondo

Por Tomás aquino Méndez
Un barril sin fondoNadie puede negar la gran inversión que hace el gobierno en la construcción de nuevos edificios para hospitales. También reconozco que ha habido una gerencia eficiente desde el Ministerio y el recién creado Sistema Nacional de Salud. Aunque casi todos entendimos que hubo un error al iniciar al mismo tiempo la reparación de 56 viejas edificaciones, que todos creemos necesitaban ser mejoradas.  Sin embargo, a pesar de las renovaciones y el equipamiento de estos centros en el interior, la salud sigue de mal en peor. Las atenciones
siguen siendo deficientes y las quejas abundan. Quienes visitan estos centros, a pesar de sus bellas estructuras, se quejan por la falta personal, escasez de medicamentos, ausencia de especialistas ¿Qué está pasando en el sector salud?

Yo entiendo que uno de los principales problemas está en la concentración de la mayoría de los profesionales de la medicina en las grandes ciudades.

Hay carencia de ginecólogos, odontólogos, cirujanos, oftalmólogos, pediatras, urólogos, cardiólogos, en la mayoría de los hospitales y sub-centros. Eso, por necesidad, obliga a que los pacientes de los pueblos, por cualquier MALESTAR, se trasladen a buscar su salud al lugar donde están esos profesionales. Por eso los hospitales de la capital y Santiago nunca son suficientes, tienen que dar CITAS por períodos muy largos y eso provoca quejas, disgustos, protestas y denuncias.

Una persona que viene de cualquier pueblo del sur del país, porque necesita ver a un especialista, fácilmente pasa un día completo en cualquiera de los hospitales públicos de la capital y no es atendido. Sin parientes en la gran ciudad, sin recursos y tan lejos de su pueblo ¿qué hacer? A veces, ese ciudadano se queda en el parqueo del mismo hospital o en uno de los pasillos hasta uno y dos días. En ocasiones, cuando logra ver al especialista, es solo para obtener UNA CITA para dos o tres meses y mientras tanto, la salud se deteriora, porque carece de recursos para ir a una clínica privada. Conozco varios casos.

La recién renunciante ministra de salud, atribuyó a MALES ESTRUCTURALES los fallecimientos de recién nacidos en el hospital Jame Mota de Barahona. Ese es un mal que se repite en muchos otros centros, incluyendo los de Santo Domingo y otras importantes ciudades. Aunque ella no lo dijo, creo que también se debe a falta de recursos económicos. El caso es, que admitiendo de donde viene el mal no se corrigen las deficiencias, aunque es un primer paso, el segundo es enfrentando el mal desde el origen.

La mayoría de los profesionales de la medicina, al recibir su título, prefieren quedarse en el Gran Santo Domingo o en Santiago. Afirman que el salario es poco, que en el interior falta oportunidad para seguir perfeccionando su profesión, que no hay condiciones para tener su familia y lo peor, la precariedad con que funcionan los hospitales pueblerinos, a pesar de nuevos edificios. Son obstáculos que deben ser eliminados, si de verdad queremos apostar a un sistema de salud diferente y funcional.  Si esas FALLAS ESTRUCTURALES continúan, nada va a cambiar en el área de la salud, por más edificios que se construyan. Por más gerencia que muestren Chanel Rosa en el SNS y Rafael Sánchez Cárdenas en el Ministerio de salud.

Nadie va a un centro médico donde no hay medicina, ni especialistas y ni siquiera una ambulancia donde ser trasladado a otro centro.

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