9 de febrero de 2018

Evocando mi Inocencia



Por Ernesto Heredia

Hace apenas horas estuve leyendo un periódico digital de mi tierra querida, Barahona (lo que hago con frecuencia), encontrándome con una situación social que no ha dejado de existir a través de los años.

Haciendo uso de la memoria y extrapolándome a mi infancia y parte de mi adolescencia, recuerdo lo que en mi País, pero
sobre todo en mi hermoso y olvidado pueblo, se hacía para llamar la atención de las autoridades gubernamentales y municipales, para que escuchen a toda una sociedad con hambre de avanzar y tener una vida digna: las huelgas.

Nos entristece en gran manera que 20 y tantos años después, tengamos que seguir recurriendo a lo mismo, al desorden, a la quema de neumáticos, tirando además piedras y botellas al pavimento, evitando así el libre tránsito de los que se desplazan por las vías del municipio; para que nuestro pueblo pueda tener una mejor calidad de vida, pueda tener energía eléctrica, agua potable, empleos, calles asfaltadas, hospitales, escuelas y así evitar la emigración hacia la ciudad u otro país, que no solamente le garantice un mejor ingreso, sino también mejor vida nuestros compueblanos. 

Si bien es cierto que hemos avanzado en el tiempo, no menos cierto es que el tiempo no ha sido un factor fundamental para nuestro desarrollo como sociedad, para que nuestra gente viva modestamente, con todos los servicios básicos que requiere el ser humano y tener una vida por lo menos con salud y el pan de cada día. Esto no se ha reflejado en la calidad de vida de los dominicanos, que día tras día se encuentra en la miseria, en el olvido, porque sencillamente, las autoridades que nos dirigen no se preocupan por proveer de estas prioridades, a la gran mayoría de los ciudadanos.

Que no tengamos que recurrir a los métodos que se usaban en el tiempo de Balaguer, de Jorge Blanco, (hace tiempo que partieron). Es tiempo de cambiar, es tiempo de mejorar, que el avance no se quede solo en teoría, sino en obras y servicios que ayuden a sus ciudadanos a mejor sus vidas en cantidad y calidad.

La evolución no es solo tecnología, vestimenta, ni cosas materiales, es también educación, salubridad, energía, viviendas y fuentes de empleos.

¿O tendremos que esperar 100 años más?  

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