Zaky Hazoury
Por Carlos Darío Sousa S.*
Era, fue, uno de esos amigos que aunque pasaran meses y años
sin vernos, su presencia siempre estuvo, ha estado y estará presente.
Y es que hay demasiadas historias detrás de esta amistad de
un grupo de “muchachos” que se inicia en
la Barahona a finales de los 40s y
metidos casi de lleno en los 50s, y a partir
de ahí, ya en los 60s, algunas cosas cambian el día a día, pues toda su
familia, la que quedaba en Barahona, como otros que se fueron a estudiar a la
Universidad, se trasladan a Santo Domingo, pero eso no impidió que siguiéramos
en contacto.
Cuando las circunstancias lo permitían viajaba a “La
Capital”, cuando no era por asuntos médicos era por otras circunstancias, cómo
el primer festival del merengue, pero
como en los viejos tiempos, nos juntábamos con Rafaelito Díaz, el gordo, que
vivía entonces en la calle Espaillat, donde conocí a Américo Mejía Lama, hoy
uno de los grandes rescatadores de la historia y vivencias de la sociedad
dominicana.
En uno de esos viajes, me habló de la Cámara Junior y fuimos
una vez al Santo Domingo Country Club, que nos pareció estaba donde el aire
daba la vuelta para regresar a la Capital. Así de lejos lo encontré. Y es que
Zaky jugaba ya Golf.
Probablemente porque vio a los americanos del Ingenio
Barahona practicándolo en los “green” frente al Country Club, donde ahora están
las oficinas del Central y que antes era
el hotel.
Por circunstancias me voy, en realidad me mandan, a
“estudiar” fuera del país, lógico, a España, entonces fueron años de separación
de los amigos, de la familia, y de las
aspiraciones de trabajo y otra
realizaciones, pero eran las circunstancias y casi el destino con sus
inescrutables designios.
A mi regreso, fueron momentos de recuperar las amistades,
los años de ausencia no modifican esas relaciones. A Zaky lo
encuentro en la Super Farmacia Naco, en
la avenida Lope de Vega. (No estoy
seguro si estaba antes en el Centro Comercial Naco). Y más de una vez en
el Quisqueya probablemente en algún Licey contra el enemigo
malo o contra las emplumudas, o como les decían en las caricaturas, “cibaita”.
Podemos seguir hablando del amigo y de las veces que nos
juntamos, podemos recurrir a las viejas fotos, la de los quince de Rosa
Mercedes y algunos cientos más con Rafaelito, José Frank, Toñito Padilla,
Aquiles Toirac Lovaina Quintero Abreu, Alcides Lagares, Manolo Díaz, Mauricio
González, Hugo Guiliani, Rudy Castillo y el resto de la tropa de la escuela y
de la normal, o en más de una fiestecita en el Casino del Sur o en el “asalto” de
alguna casa para celebrar algún cumpleaños.
El pasado domingo 22 me llamaron para darme la nada
agradable noticia de su fallecimiento, sabía que estaba interno, y como siempre
todos, con la esperanza de que superara el problema de salud que lo recluyó.
No hay palabras, solo dolor y muchos recuerdos, cantidad. Te
fuiste amigo, pero si por algo te vamos a recordar, es por tu permanente
sonrisa, siempre abierta, siempre demostrando tu alegría.
Por cierto Zaky, amigo de siempre, adiós, un hasta luego, es
más, nos veremos un día de estos.
*El autor es catedrático universitario.-
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