Gracias por haber escogido este pedacito de
tierra para radicarse. Gracias por haber invertido sus recursos aquí.
Gracias por crear tantos empleos. Gracias por vivir durante 100 años,
que esperamos se multipliquen por mil años más. Gracias por los
mensajes, recomendaciones y sugerencias a jóvenes, envejecientes y
adultos para que tengan una visión realista de la vida. Gracias por
tomar en cuenta a 100 instituciones que trabajan con sectores humildes
de nuestro país. Gracias por la visión empresarial con la que ha manejado y consolidado sus empresas. Visión que, indirectamente ha influido en tantos otros empresarios, nativos y extranjeros, para contribuir con el desarrollo de esta nación, escogiéndola como sede de sus empresas. Gracias por depositar en manos de 100 dominicanos, recursos obtenidos con tanto esfuerzo, sudor, sacrificio, y dedicación, para que estos a su vez, los multipliquen y lo hagan redundar en favor de miles de dominicanos más.
Gracias a la familia Corripio por su entrega, dedicación y amplitud de visión.
Sé que Jose Luis Corripio Estrada o Don Pepín, como le llamamos la mayoría de los dominicanos, no está de acuerdo con este tipo de artículos. Por eso, claro está, no le pedí permiso, porque creo que más que por él, es por nosotros. Por todos los dominicanos. Dice el que la familia Corripio está AGRADECIDA por la acogida que le dieron los dominicanos a los suyos hace 100 años, Yo digo que, sin embargo, somos nosotros los que estamos agradecidos de que hayan escogido esta tierra bendita para radicarse. Bien pudieron hacerlo en otro lugar con más perspectivas y comodidades para ellos.
Agradecimientos múltiples a la familia Corripio por escoger, estar y quedarse aquí. También por esa forma peculiar de agradecer, que esperamos sepamos recompensar haciendo un uso adecuado y racional de esos recursos que manejaran instituciones sin fines de lucro, escogidas por ellos para que sigan llevando felicidad a miles de humildes dominicanos. Los hechos, hablan más que las palabras.
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