Proyecto Conversión de la Basura en Energía Eléctrica
Por Rafael Matos Féliz
Entre
los años del 2008 al 2012, desde el Clúster Turístico se planteó la propuesta de
que la basura domiciliaria del municipio Santa Cruz de Barahona, pueda ser usada
para un proyecto de generación de energía eléctrica. Para ello se consultó con
el Alcalde del municipio y se programó un encuentro con un grupo de inversionistas
de ese sector energético relacionado con la nación italiana.
En el encuentro, realizado en la alcaldía, se delinearon los elementos necesarios para posibilitar la instalación de una planta para producción de energía con la basura en la zona donde actualmente está funcionando el vertedero del municipio, así como de otras municipalidades, en el área de Algodón, entre los distritos de Palo Alto y Pescadería. Se señalaron las condiciones de infraestructuras, de logística y de financiamiento.
Los
visitantes inversionistas indicaron que ellos tendrían la responsabilidad de
instalar la planta y de manejarla por un período que permitiera el retorno de
la inversión y las ganancias esperadas, según se estipulara en el convenio del
proyecto. Al parecer, y a partir de ese momento, comenzaron las dificultades. Desde la Alcaldía no se estaba muy de acuerdo con la administración exclusiva
de la planta hasta cierto tiempo, por parte de los inversionistas y plantearon
un manejo compartido desde el inicio.
Los
visitantes señalaron que ese tipo de convenio es el que se estipula en esos
tipos de proyectos para el retorno de la inversión, y que posteriormente, la
administración pasaría a ser mayoritaria por parte de la alcaldía o institución
local. Señalaron que esos criterios deben ser definidos de forma muy clara en
el contrato-convenio. Se discutieron otros factores más, pero al final se quedó
para volver a discutir en otra ocasión la nueva situación creada. Mientras tanto,
quedamos de buscar más informaciones y datos con relación a este tipo de
plantas energéticas. Sus ventajas y desventajas.
Conocimos
posteriormente, que la tecnología propuesta por los inversionistas para la instalación
y manejo de la planta, produciría dioxinas y furanos, dos químicos que se producen
a partir de los procesos de combustión o de incineración. Estos dos químicos
son altamente contaminantes y muy tóxicos. Ambos se producen cuando la
tecnología es la incineración y no la termovalorización; esta última aplica una
temperatura de más de 850o C, por más de 2 segundos. Por ello, nosotros
pasamos a objetar la tecnología propuesta y en buscar diversas alternativas
para producir energía limpia con la basura.
Nos
enteramos que en algunas áreas del país, en especial por la zona norte, se estaba
en proceso de instalar plantas de producción energética con la basura, por vía
de la termovalorización y de inmediato buscamos informaciones al respecto.
Conocimos que varias empresas (norteamericanas y francesas) eran las
responsables de los proyectos y tratamos de conocer todo lo relacionado con
estas nuevas entidades.
De
todas las plantas de este tipo que conocimos los detalles, se supo que la de
menor costo y producción energética requiere mínimo unas 200 toneladas de
basura por día en forma continua, para su operación. Buscamos las informaciones
locales y se conoció que la recogida de basura en el municipio de Barahona, para
ese entonces, llegaba a unas 108 toneladas diarias. De ahí que pensamos que la
posibilidad de instalar una planta de energía eléctrica, por medio de la basura,
requeriría del concurso de varias alcaldías vecinas.
Con
esta idea en mente, nos pusimos en contacto con las alcaldías más cercanas al
vertedero localizado en Algodón y que corresponde al vertedero común de
Barahona, Pescadería, Palo Alto y Jaquimeyes. Se conversó con los responsables
de las alcaldías de esas comunidades y también con las de Fundación, El Peñón,
Canoa y Vicente Noble. Se les dijo que los costos adicionales del transporte de
la basura al vertedero, serian cubiertos por la empresa procesadora de los
residuos.
A
partir de este último planteamiento, todo se volvió un pandemonio, pues algunos alcaldes y directores de juntas
distritales indicaron que a ellos se les tendría que comprar la basura de su comunidad,
pues no iban a transportarla al vertedero solamente por los costos adicionales,
que eso debía generarles más beneficios. Ahí mismo se paralizó todo y hasta hoy
no se ha vuelto a hablar de esta propuesta de gran interés para la calidad de
vida de nuestras gentes y de un posible desarrollo sostenible con la basura.
Como
algunos sufrimos del “síndrome de la idiotez”, se nos ha quedado la mala idea de
que a la mayoría de las “autoridades” que nos gastamos no les interesa, en lo
absoluto, sus conciudadanos y que solo se mueven por ¿Dónde está lo mío?
Con
las excusas correspondientes a los que se molesten,
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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