La Magia del Bolero (4)
Por Carlos Darío Sousa S.*
Tony Évora ha
publicado dos libros importantísimos, básicos, para construir la historia del Bolero, el primero es “El Libro del
Bolero”, y el segundo, “Música cubana los últimos 50 años”, ambos publicados
por Alianza Editorial, en el 2001 y en el 2003. Dentro de su amplio contenido
nos interesa destacar el apartado
correspondiente al “El Bolero”.
Adicionalmente
está el libro de Ramón Estrada Fajardo, con la biografía de “Rita Montaner.
Testimonio de una época”, Fondo Editorial Casa de las Américas, La Habana,
1997.
Como
complemento a estos, incluimos el libro de Alex Ross, “El Ruido Eterno. Escuchar
al siglo XX a través de su música”. Seix Barral, 2009.
Tony Évora,
en sus libros citados hace una importante referencia que tiene mucho que ver
con el desarrollo de la música, como es la llamada “El sonido grabado”. Por
supuesto, no nos vamos a remontar al año 1877, cuando Tomás Alba Edison elaboraba
la máquina capaz de reproducir los sonidos.
Otro de los
grandes inventos que contribuyeron al desarrollo de la música, fue “La Radio”(
La tv quedará para otro momento). En Cuba, los orígenes se remontan al año 1922
con la fundación de PWX, que se identificaría con “La Paloma”. A partir de ahí,
la radio cubana seguirá creciendo y junto a ella infinidad de boleristas,
orquestas y mitos del canto, como es el caso de Barbarito Diez ….que está en eso
desde 1935 con la “charanga” de Antonio María Romeu.
México sigue
el camino de desarrollo del “nuevo juguete”, fundándose en 1923 la primera
emisora con las siglas CBY y en 1930 la más famosa de las emisoras mexicanas,
XEW, cuyo apoyo al bolero es fundamental con su programa “La Hora Azul” o con
“La Hora de la Intimidad”, donde el “Flaco de Oro”, Agustín Lara, dio a conocer
la mayoría de sus composiciones.
Como podemos,
ver tanto Cuba como México fueron pioneros en la radiodifusión, en nuestro país
la HIZ se tiene como la “Broadcasting Nacional” desde 1927.
Los
trovadores de Cuba y México, desde finales del siglo XIX y XX, desarrollaron sus estilos,
incluyendo “glosas y réplicas” de temas de otros autores, e influyen en el
desarrollo del bolero.
La presencia
de boleros en las obras cómicas de
teatro, transmite la idea de la creciente popularidad del género. Las
grabaciones, el teatro, la radio, ayudan a desarrollar e incrementar la
producción del género. La lista de autores de letras, músicos, arreglistas,
cantantes, literatura, cine, etc., hacen que la lista comprendida entre 1883,
año que se supone fue escrito y se sintetiza en inicio de la “era del bolero”,
cuando Pepe Sánchez (1856-1918). -En uno
de mis artículos de Agosto de 2017, hago referencias a esta época y la posición
de Fernando Casado- y, digamos 1940, el bolero mantuvo sus fundamentos que
cambian notablemente a partir de ese año.
Por supuesto,
la penetración de la música proveniente de otras latitudes, es importante en sus
influencias con la música cubana. El jazz, donde se señala al pianista Ignacio
Cervantes cómo uno de los primeros que fue influido por la música de “raíz afroamericana”.
El “fox-trot”
primero y luego el “charleston”. Desparramadas por el mundo, apoyadas por la
industria disquera norteamericana, y sus tropas, alcanzó casi la totalidad del continente.
Hacia 1948
comenzó a brotar, dice Évora, en el cancionero romántico cubano, la modalidad del “Filin” –del inglés
feeling, sentimiento-. Hay que tener en cuenta de que para entonces, no solo
flotaban muchos términos ingleses en el habla habanera, debido a la obvia
penetración comercial estadounidense, sino que también había infinidad de
jóvenes músicos escuchando jazz y blues.
El “filin”
se apoya, sigue Évora, armónicamente en las disonancias –combinación no
armónica de sonidos sucesivos o simultáneos- complementarias de la tónica –
primer grado de la escala-, en las agregaciones de la dominante en los sonidos
alterados; además, la expresividad del cantante es determinante en estas obras,
donde los versos son de tono intimista. No es un género en sí mismo, sino más
bien una poderosa y sutil corriente musical que emplea otros elementos e
influencias.
A la vanguardia de este movimiento hay que
situar a José Antonio Méndez (1927-89), caracterizando sus canciones el dominio
de las formas y su fluidez melódica, la coherencia del texto y su
correspondencia exacta con los acentos musicales. Dentro de sus canciones más
famosas se encuentran “Si me comprendieras”, “Por nuestra cobardía”, “Soy tan
feliz”, “Novia mía”.
Cuando en
1950 apareció “Contigo a la distancia”, un momento cumbre para el filin, comenzó
un largo recorrido con César Portillo de la Luz.
Las
canciones de Frank Domínguez han dado la vuelta al mundo, “Tú me
acostumbraste”, “Pedacito de cielo”, “Cómo te atreves”, “Imágenes”.
De los
intérpretes, podemos decir que el símbolo que más se identifica con el “Filin”,
lo representa “La señora sentimiento” o “Su majestad la Burke”. Elena Burke
–Ramona Burgues- (1928-2002). Bajo la influencia de Ella Fitzgerarld, extremó
las evidentes afinidades del filin con los blues.
Otra de las
grandes intérpretes del filin, es Omara Portuondo (1930), “La diva del Buena Vista Social Club”, y “La novia del Feeling”.
Creo que con
este tema no agotamos, ni mucho menos, el recorrido. Para mí, queda pendiente
“Mis Boleros, mi música”, eso será para el próximo.
*El autor es catedrático universitario.-
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