Le pusieron una sonda porque no había baños para ella
Marni Smyth tiene atrofia muscular espinal y usa una silla de
ruedas eléctrica desde que tiene 3 años.
Para
ir al baño esta joven británica necesitaba una grúa o elevador de transferencia
y cuenta que encontrar baños para discapacitados que pudieran satisfacer sus
necesidades especiales se convirtió en una lucha diaria.
El
año pasado Wafula Strike tuvo que orinarse encima durante un viaje en tren
porque el baño para discapacitados no funcionaba.
"Antes me deshidrataba"
"Para
poder cambiarme necesitaría un elevador y una camilla en el baño, y no
había", explicó Smyth.
Por eso hace dos años tomó la
decisión de operarse aún sin tener una necesidad médica que
justificara la cirugía.
Smyth se hizo instalar
una sonda suprapúbica, para no tener que salir de la silla
de ruedas para ir al baño.
Este
catéter drena la orina de la vejiga a través de un pequeño orificio en el
abdomen. Smyth dice que la operación le "cambió totalmente" la vida.
"Es increíble. Ahora
puedo ir al baño donde quiero", dice con una sonrisa.
Y
no es la única. La joven cuenta que conoce a otros que también se hicieron la
cirugía sin necesidad médica.
"En general tengo una
salud mucho mejor. Antes me deshidrataba. No bebía en todo el día para
evitar tener que usar el baño", dice.
Sin embargo la operación a la que
se sometió puede causar infecciones y complicaciones.
Aunque la joven dice "que
no cambiaría la sonda por nada del mundo", se cuestiona por
qué tuvo que llegar a tal punto en que la operación fue
necesaria.
"Desearía no tener que llevarla, si hubiera la
infraestructura necesaria", dice.
"Gatee por el suelo y trepé hasta el
retrete"
En Reino Unido, donde de acuerdo a la ley de Igualdad los
negocios tienen el deber de hacer ajustes razonables para que sus baños sean
accesibles, muchas personas con discapacidades siguen experimentando problemas
de acceso.
Gary Donald cuenta que una vez
se fue de camping y el techo del baño para discapacitados se había desplomado.
"Me salí de la silla, gateé por
el suelo y trepé hasta el retrete del baño para no
discapacitados. Tengo que hacer eso con frecuencia", le dijo a la BBC.
Cambiándose en el suelo del baño
La falta de infraestructura también afecta a los padres y
cuidadores de las personas discapacitadas, que a veces tienen que cambiarlas en
el suelo del baño.
"Hay gente ahí fuera que tiene que cambiar a otros en el
suelo del baño todos los días", dice Lorna Fillingham, que tiene una hija
de siete años, Emily-May, con una discapacidad severa.
"Hay gente que tiene una
inmunidad muy baja y que se pone en riesgo de contraer infecciones al tener que
cambiarse en el suelo del baño".
"Algunos tienen tubos de
alimentación, traqueotomías, todo tipo de cosas que no quieres que se ensucien,
y a quienes de hecho una
infección en esos lugares podría causarles la muerte".
Lorna cree que la solución está en la instalación de baños
especiales, diseñados para gente con discapacidad severa.
En Reino Unido hay una
organización sin ánimo de lucro, Changing Places,
que los promueve desde 2006, y que ya ha impulsado 1000 de estos lugares en
todo el país.
Se trata de espacios más
amplios que los habituales baños accesibles para discapacitados, que tienen equipos
especializados, como una cama cambiadora para adultos y una
grúa para ayudar a los usuarios a salir de las sillas de ruedas.
Los usuarios típicos de estos baños especiales, según la
organización, son individuos con discapacidades de aprendizaje múltiples y
profundas, con enfermedad de la motoneurona, como la esclerosis lateral
amiotrófica, parálisis cerebral y también personas mayores.
Mucho más que acceder al baño
La atleta paralímpica británica Anne Wafula-Strike, describe la experiencia de
orinarse encima en el tren como "una de las más humillantes de su
vida".
Ocurrió
en diciembre de 2016, cuando en medio de un trayecto de tres horas por
Inglaterra descubrió que el baño para discapacitados no funcionaba.
A
pesar de que la compañía de trenes se disculpó y el ministro de transporte se
comprometió a que eso no le volviera a pasar a ningún pasajero, sí que volvió a
suceder.
Chris
Stapleton pasó por una experiencia similar en un tren de Londres a Birmingham.
Según Anne el problema va mucho
más allá del simple acceso a los baños. Si no tienes acceso a un baño tampoco
tienes "acceso a todos los ámbitos de la vida".
El
objetivo es conseguir que la gente no se vea definida por su discapacidad.
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