Por Leonardo Mercedes
Para despejar las dudas y acabar con la polémica
sobre el proyecto inmobiliario y hotelero “Perla del Sur”, del ministro de
Obras Públicas, Gonzálo Castillo por querer apropiarse del mirador turístico en
el municipio de La Ciénaga.
1.- Primer requisito. Un proyecto como
esa envergadura, conforme la Ley No. 64-00 de Medio Ambiente y RN, es necesario
la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental, el cual en su proceso de
elaboración, tiene que incorporar la información, consulta e intercambio con la
población de las comunidades donde se tienen proyectado ejecutarlo y sectores
interesados.
En mi parecer, por el poco conocimiento
que evidencian tener los habitantes de población de La Ciénaga y Bahoruco sobre
ese proyecto, incluyendo sus respectivos ayuntamientos, los consultores e
ingenieros de dicho estudio no han pasado por allí.
2.-El proyecto inmobiliario y hotelero
“Perla del sur”, tiene que obtener, en su fase de elaboración, según la Ley No.
675 de Urbanizaciones y Ornato, del Ayuntamiento correspondiente (en este caso
el del Municipio de Barahona, que es el único de la zona que tiene Oficina de
Planeamiento Urbano), el Permiso del Uso de Suelo y luego de mayor elaboración
y de la revisión por dicho organismo, la Carta de No-Objeción.
Esto tampoco me parece no haber sucedido
con el proyecto inmobiliario de Gonzálo Castillo. Sería interesante que alguien
en Barahona, empapado con el proyecto, se apersonara a las oficinas de los
Ayuntamientos de Barahona, Bahoruco y La Ciénaga y preguntará por estas cosas.
3.-Obtener la Licencia de Construcción
del MOPC (Ley No. 687), que no puede ser otorgado si los dos anteriores no se
han cumplido y obtenido del Ministerio de Medio Ambiente y de los
Ayuntamientos, los respectivos documentos de aprobación (Licencia Ambiental y
Carta de No-Objeción, respectivamente), aunque el proyecto sea del propio
ministro de Obras Públicas Gonzálo Castillo, él no está por encima de la ley.
Los primeros interesados en que el
proyecto inmobiliario “Perla del Sur” se conozca en todas sus dimensiones,
implicaciones e impactos, deben ser sus promotores, pues con ello contribuyen a
despejar dudas, evitar desinformación y destruir las “bolas” que ponen a correr
los que se oponen al proyecto.
A los promotores del proyecto
inmobiliario y hotelero de Gonzálo Castillo les recomiendo que lo hagan cuanto
antes. Y a los interesados en las redes sociales, que traten de informarse por
su propia cuenta antes de emitir juicios concluyentes. Así se despejarían las
dudas y afloraría la necesaria y devastadora verdad, que calla bocas y destruye
maldades.
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