22 de mayo de 2017

Violencia Escolar, Tolerancia y Expulsiones

Por José Peláez

José PelaezDesde hace ya unos dos años o más, gran parte de la población ha estado observando con legítima alarma y preocupación, como la violencia escolar ha ido creciendo, ahora adornado con vídeos, de manera que esas acciones violentas dentro del aula escolar pasan a ser virales, llegando como todo un mal ejemplo a miles y miles de adultos, jóvenes y adolescentes.

Hay quienes plantean que es errónea la expulsión de estudiantes, por haber participado en peleas o por ser malcriados, y lo justifican diciendo que proceden de familias de Padres y Madres en conflictos y pobreza, que viven en un infierno emocional y que por lo tanto, lo más probable es que su conducta sea explícitamente de peleas y violación de las normas dentro del plantel escolar.

Otros agregan que la expulsión actúa como un catalizador para ellos dar una respuesta más violenta y conflictiva, que finalmente lo llevarán a ser populares pandilleros, sicarios o narcos.

Por lo general, la mayoría de los estudiosos de conducta, en mi opinión, creen que el asunto en cuestión es un problema de consejería y tolerancia.

Cuando una oveja está enferma, hay que separarla del rebaño. La expulsión debe ser una medida extrema, pero necesariamente hay que seguir implementándola, cuando un mismo estudiante es el impostor en un mínimo de dos o más actos indisciplinarios.

Ocurre que en muchas escuelas, aparecen estudiantes, los llamados bacanitos o papi champú, que están en cualquier cosa, menos en seguir las reglas, el orden y el respeto a sus profesores y compañeros. Es decir, no están en eso de ir aprendiendo, incluso son tan agresivos que los profesores le temen, y no solamente eso, se les permite ir con modas que explícitamente desnaturalizan el uniforme, no sólo los varones, también las femeninas.

No es justo permitir que un estudiante se convierta en un líder del irrespeto dentro de una escuela o aula escolar, hay que expulsarlo.

Los argumentos de pobreza y conflicto intrafamiliar, jamás deben ser asimilados para permitir el caos en una escuela, dado que siempre se ha producido una que otra acalorada discusión o pelea simple entre algunos estudiantes, eso pasa en todas partes. Pero, cuando lo hacen con frecuencia, alevosía y figureos en las redes, hay que tomar medidas drásticas.

Una solución para paliar esa dramática situación escolar, es la creación de un Centro Correcional por Región, administrado por técnicos especializados y la Iglesia, vigilado y custodiado por fuerzas militares las veinticuatro horas al día, en un lugar aislado y acondicionado para fines de enseñanza y conducta, de manera que cualquier estudiante que sea expulsado, pueda ser remitido al Centro Correccional de su Región, siempre y cuando sus Padres o un juez, den el visto bueno. O prefieran que siga expulsado y que tenga la posibilidad de convertirse en un consumado delincuente.


Es muy posible que gran parte de la responsabilidad del Caos, tolerado en muchas escuelas, sea del famoso MINERD, que ha introducido varias reformas al sistema escolar que no han contribuido a un mayor índice de respeto, sino más bien, aceptando recetas extrañas a nuestra cultura, incluyendo la eliminación de materias como Moral y Cívica, además de libros que trastocan nuestra real historia Patria.

Tomado de El Birán NY.-

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