Proyecto de las Aguas Termales (2)
Por Rafael Matos Féliz
Continuando con la
Zurza de Canoa, como le llaman los lugareños, vamos a dilucidar en esta
oportunidad, otro capítulo del desprecio que se le tiene a los desposeídos de
los bienes materiales, aunque estos sean ricos en abundancia de las prendas
morales, tales como son la honradez, honestidad, no coger lo ajeno ni lo
público y ser personas laboriosas y de bien.
Pero ocurre, que ambos
vertederos ya habían sido notificados por el Ministerio como ilegales y con
peligro de alta contaminación, por estar ubicados en los bordes de la carretera
Azua-Barahona. Por esta razón, se le pidió a los promotores del proyecto
termal, que ubicaran un vertedero que no presentara las mismas objeciones que
los indicados, para así aprobarle la solicitud de construcción.
Fue de ahí que
propusimos como posible lugar de depósito para esos desechos de la fase de
construcción, el vertedero de la alcaldía del municipio de Barahona, localizado
en la zona de Algodón, entre los distritos municipales de Palo Alto y Pescadería. De
inmediato se hicieron las diligencias para poner en conocimiento a los miembros
de la alcaldía de Barahona de las pretensiones, con relación al proyecto de las
Aguas Termales.
Se acordó un
encuentro con los miembros de la Sala Capitular y el Alcalde, y en el marco de
ese encuentro, se les presentó (en Power Point) la propuesta del proyecto.
Luego de eso, el Alcalde estableció que la alcaldía no podía usar sus vehículos
para intervenir en búsqueda de desperdicios en otra jurisdicción. Se le aclaró
que eso estaba resuelto, pues se había preparado un acuerdo para que los
vehículos de Canoa y Vicente Noble fueran los responsables del transporte de
los desechos.
En un par de días se
nos llamó para que conversáramos con una comisión de dos regidores (uno de
ellos reelecto y el otro no, pero que es ingeniero), para hablar sobre la
aprobación de la Carta de No Objeción, para el uso del vertedero por parte del
Proyecto Termal. En el encuentro, los regidores nos dijeron que ya se había aprobado
la solicitud, pero que se hacía necesario que el proyecto le donara al
Ayuntamiento una Pala Mecánica, un Buldócer y una Retroexcavadora, pues según dijeron, “las basuras” de ese
proyecto iban a hacer más difícil el manejo del vertedero y por ello requerían
de esos equipos.
Nos quedamos
anonadados con esa petición, pero como no somos dueños de ese proyecto, de
inmediato llamamos al promotor y se le puso al habla con los regidores.
Escuchamos argumentos, justificaciones y luego, al volver a hablar con el
promotor, nos dijo que se les ratificara a los regidores que el proyecto estaría
dispuesto, después de concluir la obra, de disponer de algunas maquinarias para
la alcaldía. Los regidores fueron enfáticos al decir que los equipos deben ser
entregados primero, si no, nananina.
Ahí mismo volvió a
morir el sueño de un gran proyecto para esta desdichada provincia y región. Pero
lo bueno de todo eso, es que se habla de “desarrollo” y en realidad, lo que se
hace es ser el mayor obstáculo para el verdadero desarrollo, el que es
sostenible. Porque ese beneficia a los excluidos, a los desamparados de las
políticas públicas y crea realce en las regiones apartadas, pero para desgracia
y desdicha, ese desarrollo no crea crecimiento económico personal ni grupal
para los buscavidas, pues sus decisiones se basan siempre en ¿dónde está lo
mío?.
Nos contactamos en la
próxima entrega
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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