15 de diciembre de 2016

Entre Bomberos no Debemos Pisarnos la Manguera

Por Alejandro Santana

Esta es una de las expresiones más difundidas, que nos dejan en claro que profesionales de la misma área deben apoyarse, protegerse  entre sí.

Pero también está la expresión que tiene que ver con la Geometría: Los ángulos de un triangulo se protegen entre sí, y en sociedades como la nuestra se ha establecido que los sectores de poder se protegen también  entre sí.

Esos conceptos los identifico como solidaridad y ser solidario con los demás, es un ejemplo de unidad y coherencia  en las acciones.

No pisarse la manguera entre bomberos, se usa más entre periodistas y comunicadores, quizás otros profesionales  enarbolen ese concepto, pero no con tanta frecuencia como en el caso de los periodistas.

Yo quiero diferir de ese concepto concebido de esa manera tan simple y acomodada, porque yo puedo estar solidarizado contigo, en la medida en que tus acciones estén centradas en la honestidad, la ética y una serie de reglas pre establecidas en el ejercicio.

No en un ejercicio enfermizo, interesado, codicioso y manipulador,  que dé  pie a que a todos nos juzguen mal.

Mi postura la enarbolo en el hecho de que en los últimos años, en esta  ciudad hay algunos colegas que ejercen la labor de periodistas y comunicadores, amparados en el chantaje, en la manipulación, en la distorsión y la interpretación dañina de lo que es noticia.

Yo puedo no simpatizar con alguien, y es normal, puedo no estar de acuerdo con sus acciones, pero no por eso debo manipular notas para dañar, eso no es periodismo.

Y entre notas dañinas esta la interpretación de un hecho, que para todos está bien, pero para mí no lo está, porque ya no recibo beneficios de esa persona o institución y por eso destaco el lado malo de esa información.

Entre un ejercicio dañino está el desconocimiento a la dignidad de otras personas, el calificar de ladrones a otros por el simple hecho de que a mí me parezca, sin hacer caso a  un concepto periodístico y de abogados, ¡hablar con las pruebas en las manos!.

Difundir una denuncia sin la debida identificación del lugar de los hechos, sin la debida verificación de la verdad, no es correcto, aunque algunos la defiendan.
En materia de matrimonio siempre se ha criticado el que uno de los conyuges, luego de distanciados, salga a decir barbaridades del otro con quien convivió muchos años y nunca se quejó de él o de ella.

En periodismo hay ese matrimonio fallido, disfrutamos de las mieles, sacamos beneficios, nos pasamos los  años de puro amoríos y cuando todo llega a su fin, salimos diciendo diabluras de ese con quien mantuvimos una amistad o alianza cerca del romanticismo.

Yo no puedo estar de acuerdo con ese ejercicio mal infundado, manipulado y resentido, el periodismo que he aprendido en las escuelas, en los medios en el ejercicio, durante tantos años, no es el que algunos colegas están ejerciendo.
Claro que los tiempos han cambiado, que el periodista de los  años del romanísimo, hoy es una especie en peligro de extinción, pero en esencia, quienes lo ejercen fuera de las reglas y normas, no deben ser llamados periodistas, comerciantes le sentaría mejor.

Así como entiendo que luego de disolver un matrimonio es feo salir a hablar del ex, ese mismo concepto tengo de quienes luego de perder una publicidad o un favor, salgan a destacar todo lo negativo que vean, sin tomar en cuenta que  los lectores están al asecho de esas malas artes en el ejercicio.

No pido que se callen las cosas, ni que el ejercicio sea como yo digo, sencillamente entiendo que se debe hacer una labor apegada a las buenas prácticas.

Los ciudadanos  saben leer. También  interpretar las notas, y cuando hacemos un trabajo en beneficio de alguien, el lector se da cuenta si de por medio hubo dinero o hay rencor y venganza.

El periodismo podría no ser el llamado cuarto poder, pero es una herramienta de primer orden, en las dictaduras como en las democracias, su ejercicio con criterio de honestidad, impide abusos del tirano y afianza los derechos   en las democracias.

Un periodista no es el mejor porque un día  de un palo noticioso. Se puede llagar a ser buen periodista en la medida en que nuestro ejercicio este centrado en la honestidad, la objetividad y  no acariciar la intención de dañar a los demás porque  nos venga en ganas.

He conocido a periodistas y comunicadores que se baten el pecho diciendo que son honestos, pero tienen una tremenda cola de malos hechos  detrás de ellos.
No pisarse la manguera  es un concepto de solidaridad, pero, ¿donde quedaría mi supuesta  honestidad cuando sin pensar en perjuicios soy solidario con los deshonestos?


A partir de ahora, me centraré en hacer  mi trabajo y aunque muera por dentro, guardaré silencio frente a un mal ejercicio del periodismo, porque no me formé para manipular, para el chantaje, para el resentimiento ni las malas prácticas, sino para un ejercicio vinculado a las buenas prácticas, cero critica, en el entendido de que a todos nos juzgarán conforme a nuestro accionar.

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