Por José Miguel Medina Tejeda
Sus lomas, caseros y caminos, durante meses estaban repletos de gente
trabajando y bestias de carga transportando el producto.
Más de la mitad de la población de la demarcación estaba concentrada en
torno al café.
De acuerdo a una rápida consulta, en Polo hay unas 65 mil tareas dedicadas
al café, en su inmensa mayoría atacadas por la Roya.
Unos mil productores y sus dependientes, soportan grandes penurias, sacando
laticas del grano, que apenas dan para el consumo familiar.
Productores consultados dicen que la falta de un contundente apoyo
gubernamental, es responsable de la penosa situación.
Precisan que se requiere la creación de más viveros en la parte baja de
Polo para producir y distribuir mayor cantidad de plantas de variedades
resistentes a la Roya.
"La falta de abonos y fertilizantes -apuntan- es otro factor adverso. Caminos
en mal estado y dificultades de financiamiento, son también obstáculos".
Ante la percepción de que en el corto plazo las cosas no mejorarán, algunos
caficultores están sembrando chinolas y otros rubros.
A pesar de estas graves limitaciones, los y las productoras de café de
Polo, así como el resto de las familias cafetaleras que viven en las
lomas barahoneras, están dispuestas a “echar el pleito”, a fin de que el
producto Rey de la Sierra de Bahoruco, vuelva a pasearse por las mejores plazas
del mercado gourmet europeo.
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