6 de noviembre de 2016

A PROPOSITO DEL DESARROLLO (V)

Bosque de palmeras de Angostura

Por Rafael Matos Féliz

Antes de entrar al tema por el cual los convoco en esta oportunidad, quisiera que me permitieran agradecer a los responsables, directores y propietarios de blogs, que han tenido la gentileza de publicar algunas de mis entregas. 

Agradezco al Birán NY, a La Caracola, a Noticiario Barahona, Hechos.com.do, La Lupa del Sur, Barahona Hoy, a Osvaldo Rocha Internacional,
Barahona 3, Realidad Social. La Voz de Barahona, al blog a2bccom de FEDOMU, Impacto Barahonero y a muchos más. Gracias de corazón. 

Bien, ahora vamos al tema de la ocasión. Angostura es una empobrecida comunidad que está enclavada en la parte oriental (al este) de la provincia Independencia y para llegar a la misma, se debe dejar la carretera que va de Cabral a Duvergé, doblando a la izquierda, cerca de Los Pasos de Mella. 

También se puede llegar a Angostura por Las Salinas, atravesando Los Saladillos y continuar varios kilómetros más adelante.

En esta comunidad existe el llamado Río Bermesí, con el balneario Las Acequias, el cual bordea al poblado por la parte sur. En ambas márgenes del río, aparece un bosque de Palmeras (palmas reales y palmas canas), que le confiere al área una extraordinaria vista y frescor en una zona típica del bosque seco del suroeste. El río abastece de agua para el uso comunitario y para actividades de conucos en las cercanías de las viviendas. El bosque crea un ambiente impresionante, exclusivo, único y especial de toda la región.

Hace algún tiempo, aparecieron unos “empresarios” que le propusieron a los lugareños darles empleos para extraer las palmas del bosque local y así sacar los cantos rodados (piedras), que en la zona, al sureste del río, aparecen en grandes cantidades. El material de este tipo cubre varios kilómetros cuadrados y llega hasta una profundidad de cerca de 10 metros, lo que establece la existencia de miles de metros cúbicos del mismo. Estas piedras serían demolidas para convertirlas en agregados para la construcción.

Como en tiempos anteriores, la SOEBA había creado muy buenas relaciones con los comunitarios de Angostura, asesorándoles para sus siembras y el uso del bosque. Los dirigentes locales nos invitaron para que les diéramos una opinión con respecto a la propuesta que se les había hecho sobre el bosque de palmeras y las piedras que allí se encuentran. En la comunidad había voces a favor y voces en contra de la propuesta.

Nos apersonamos al lugar, y de inmediato recorrimos con los comunitarios toda el área. Al cabo de varios días hicimos una evaluación de Impacto Ambiental y concluimos que de ninguna forma se debía permitir el corte de una sola palma, pues ellas son el equilibrio hidrológico del río y si ellas desaparecen, también desaparece el río y a partir de eso, la comunidad sufriría una desertificación sin precedentes y con consecuencias graves.

En lo referente a las piedras, establecimos que si la extracción se realizaba muy al sureste, es decir, entre uno o dos kilómetros alejado del río y de la comunidad, podría ser factible; pero que de todas formas, la extracción debería realizare en camadas planas u horizontales, es decir, sin llegar a hacer hoyos, para evitar cambios en el curso de las aguas de escorrentía, cuando llegaran las lluvias.

Luego discutimos con algunos representantes de los “empresarios”, sobre la evaluación y les recomendamos a los comunitarios que conversen con la alcaldía de Mella, a la cual la comunidad de Angostura pertenece, para que de los impuestos a ser cobrados, la mayor parte se quede en la comunidad para que desarrollen actividades que mejoren su calidad de vida. También sugerimos que del cobro que la dirección de Minería (de esa época) lograra por la venta del material, deje un buen porcentaje para la comunidad.

Se llegó a un acuerdo conveniente para los comunitarios y ningún miembro de la SOEBA buscó ni aceptó ningún tipo de beneficio o prebenda y todos los gastos incurridos en nuestra intervención allí, fueron costeados por nosotros mismos. 

Esta es la forma como vemos que se puede lograr desarrollo en una zona. Si ponemos en primer lugar beneficios personales o grupales, no hay posibilidad de desarrollo, sino de engañar a los pobres, haciéndoles creer otra cosa, lo cual es ser inmoral e hipócrita.

Aclaramos aquí, que todas nuestras intervenciones en el marco del desarrollo sostenible, han dejado sus huellas positivas; pero sabemos que muchos de los responsables y autoridades encargadas de darles cumplimiento y sostenibilidad, se han vendido al gran capital y han abandonados a los que dicen representar. Así funciona la mediocridad y el supuesto desarrollo de algunos.


Hasta pronto mis estimados,

Rafael Matos Féliz

Por el Desarrollo Sostenible 

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