19 de septiembre de 2016

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 19 de septiembre, 2016)

Historia de la Cultura Universal V

Por Carlos Darío Sousa S.*

Resultado de imagen para john b thompson ideología y cultura moderna pdfLes decía, que hablar o escribir sobre la cultura, que es un tema apasionante y complejo, y darle seguimiento a su evolución no es hacerlo linealmente, sino que tenemos que seguir rutas difíciles, y que como dijo el profesor Maravall, es casi en zig-zag. No importa el concepto filosófico que usemos o la base ideológica que nos dé la perspectiva, siempre en su trazado o ruta debemos llevar un baúl de hechos y acontecimientos para u tránsito más o menos complejo.

Esa es la propia realidad del hombre y en la medida que vamos teniendo aportes de ese viaje, más o menos podremos tener una visión prudente de su estadía en la tierra donde ha sido forjador de sociedades y donde se ha ido socializando, paso este último necesario para darle vigencia al mal concepto de civilización, pero también es en ese tránsito que va a crear el hecho más trascendente para darle una explicación permanente al relevo del estado previo y la creación del lenguaje. “Las palabras, dice Maravall, duplican las cosas y los acontecimientos del mundo, que pueden así anticiparse para mejor transformar aquél. 

También hacen posible moldear la conducta según patrones  comunicables, transmisibles, y realizar operaciones mentales sin sustrato material. El lenguaje permite a los seres humanos, y sólo a ellos, construir así sistemas de símbolos comunes que es la cultura, que se convierte en el ámbito característico del hombre, un medio, además, del que el propio hombre es autor”.

Veamos, en este caso escribamos, de los Aspectos Estructurales: “Los sistemas de símbolos que constituyen la cultura no son uniformes, cada sociedad crea los suyos particulares. Tales sistemas particulares de símbolos se denominan “socioculturales”. Estos son necesarios para que el hombre se desarrolle”.

John B. Thompson publicó “Ideología y cultura moderna. Teoría crítica social en la era de las comunicaciones”. UNAM, 1998. Es un trabajo sobre el tema de la cultura y de la ideología, en la que propone una concepción estructural de la cultura. En un primer esfuerzo en definir la cultura de la que nos dice que: “en un sentido amplio, la reflexión sobre los fenómenos culturales se puede interpretar como el estudio del mundo sociohistórico, en tanto campo significativo de las maneras en que los individuos situados en el mundo sociohistórico, producen, construyen y reciben expresiones significativas de diversos tipos, una variedad de fenómenos y a un conjunto de preocupaciones que hoy día comparten analistas que trabajan en diversas disciplinas, que van de la sociología y la antropología, a la historia y a la crítica literaria.

Según Thompson, lo que define a nuestra cultura como “moderna” “es el hecho de que, desde finales del siglo XV, la producción y la circulación de las formas simbólicas, han estado creciente e irreversiblemente atrapadas en procesos de mercantilización y transmisión que ahora poseen un carácter global”.

La cultura modela a los individuos según sus propios designios, los miedos, las esperanzas, las repugnancias y los placeres que cada ser humano son capaz de experimentar dependen del modo cultural que haya configurado su personalidad. Esa influencia es tan poderosa que pueden incluso llegar a suprimir la vida del individuo.

Los sistemas socioculturales sólo son susceptibles de realizarse en función de su totalidad y considerados como conjunto unitario. Cada uno de sus rasgos –sus ideales estéticos, sus códigos de conducta, jerarquías sociales y sus productos tecnológicos- no pueden ser objeto de una comparación transcultural, si lo que se pretende es entender su naturaleza.

En estos términos, las necesidades universales del ser humano pueden ser satisfechas de modo infinitamente diversas, y ello hace inviable la clasificación de las culturas en superiores e inferiores, desde el punto de vista rigurosamente científica, ya que tales juicios suelen hacerse desde una perspectiva normalmente subjetiva.

Las culturas suelen mostrar una clara relación con su entorno natural, que suele influir poderosamente en ellas. El entorno no basta por sí mismo para explicar ninguna cultura.

Todas las culturas tienen elementos comunes. En primer lugar se encuentra su capacidad de difusión que “los grupos humanos tienden a intercambiar sus útiles, mitos, técnicas y ornamentos por simple contacto”. Cuando una cultura impone su dominio sobre otra, pronto aparece un fenómeno de aculturación, consistente en el intercambio de rasgos culturales entre conquistadores y conquistados, que pueden dar origen a una tercera, diferente a su vez de las anteriores, tal como tuvimos oportunidad de expresarle cuando nos referimos a las teorías de las ondas expansivas.

Caracteriza también a la cultura, el hecho de que en su seno se dan procesos de evolución, bien por fenómenos de difusión y ocultación o por propio impulso. Ello se aprecia con nitidez en productos específicos de las culturas, como los mitos, los sistemas de notación y escrituras, o las técnicas de utilización de los metales.

Así, todas las formas de escritas tuvieron su origen en las pinturas de figuras, que primero se convierten en jeroglíficos, para dar paso luego a los símbolos, ya sean silábicos o fonéticos.


Un proceso uniforme reflejó también la historia de la utilización de los metales, que partió del uso de las piedras y pasó luego al cobre y al bronce, evolución que culminó con la aparición del hierro. De ahí en adelante, grados culturales, tendremos cientos de años de creación y acumulación de las actividades humanas “capaz de convertirse en un bien de la vida”. 

*El autor es catedrático universitario.-

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