25 de septiembre de 2016

CONAViHSIDA y su Preocupación por Nuestras Adolescentes

Por Alejandro Santana

Preocupados por la gran cantidad de nuestras adolescentes que salen embarazadas a destiempo, CONAVHISIDA y su incumbente, el doctor Víctor Terrero, realizaron un evento de alerta a favor de ese segmento poblacional.

Nuestras adolescentes, niñas que mayormente provienen de hogares de escasos recursos económicos, de sectores vulnerables donde viven sin esperanzas claras de un mejor futuro.

La preocupación no es para menos, sólo basta una visita a nuestros centros de salud para ver en el área de maternidad a decenas de nuestras niñas exhibiendo sus embarazos.

Embarazos que frecuentemente son de otros adolescentes, que no han alcanzado terminar la intermedia, pero que por falta de educación ya llevan otra carga a sus hogares.

Imagínense el drama que significa, el que niños estén haciendo las cosas que hacen los adultos, pero sin ningún tipo de responsabilidad.

Eso ha activado la alarma en el  Consejo Nacional del VIH-Sida y en su director, el doctor Víctor Terrero Encarnación (Vitico), quien no solo ve el que surjan embarazos, sino embarazos con consecuencias funestas para la familia.

Y entre las causas funestas están las enfermedades de transmisión sexual, como son la sífilis, gonorreas, hepatitis y el propio VIH.

Son las razones que han motorizado el que la Institución que es la cabeza en la lucha del control de esas enfermedades, se haya alarmado y luego de identificar la zona con más casos de adolescentes embarazadas, haya decidido montar el evento "Tu,no Ta, pa eso", creando conciencia en nuestras niñas.

CONAVHISIDA siempre ha estado al frente de la capacitación en materia de sexualidad, siempre ha tenido una campaña firme y abierta, dirigida a adolescentes sobre el  retardar la primera experiencia sexual, retardarla hasta la mayoría de edad y que esta sea de manera responsable, con su pareja oficial.

Hay que reconocer, que los afanes de la Institución son tesoneros, constantes, responsables, enfocados en el segmento poblacional que merece que se le eduque, que se le haga entender que andar por ahí teniendo sexo sin ton ni son no es lo correcto ni lo normal, que hay un tiempo para eso y que terminar su ciclo de capacitación, sea técnica o profesional, debe ser la meta prioritaria de cada adolescente.

La Conferencia, en el más excelso escenario, el Auditorio doctor Antonio Méndez de la UASD-Barahona, abarrotado de público, entre los que primaron las y los adolescentes, si se quiere, fue la primera y fructífera iniciativa a favor de esa causa.

Fue el grito de alarma para que nuestras y nuestros jóvenes cambien esa cultura del desconocimiento, que empiecen a valorar la importancia de aplazar la primera relación sexual, por su beneficio, por su futuro, por su seguridad.

Pero faltan los recursos para emprender un programa más personalizado en las escuelas, en las barriadas en los sectores vulnerables donde nuestras adolescentes, por falta de oportunidades, se ven empujadas a ser madres sin la debida preparación.

Faltan los recursos, porque si bien es cierto que esa conferencia del doctor Terrero y CONAVISHIDA  fue majestuosa, que se invirtieron recursos para su montaje, no es menos cierto que no debe quedar ahí en ese esfuerzo, en ese escenario, en esta zona, porque la vulnerabilidad está en toda nuestra geografía y debemos seguirla trabajando si queremos alcanzar resultados halagüeños.

Este pudiera ser un programa a nivel Nacional y debe estar enmarcado dentro de las políticas públicas del Estado, con recursos y plataformas que permitan a nuestras adolescentes salir de la vulnerabilidad donde viven, siendo capacitadas como enfermeras, costureras, reposteras, en turismo y otros oficios que las hagan cambiar de vida y comiencen a ver la vida con criterios más esperanzadores.

El doctor Víctor Terrero, CANAVISHIDA, deben demandar del Estado políticas en ese sentido, porque esa Conferencia sólo ha abierto las puertas al interés de la capacitación, para frenar lo que nos llena de preocupación, que es el embarazo en adolescentes. 

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