Por Alejandro Santana
En materia de comunicación, los dominicanos hemos transitado
diversos caminos en manos de empresas dedicadas al negocio de las
telecomunicaciones.
Unas, regulares, otras, aceptables. Bueno, algunas nos dieron el
servicio eficiente adaptadas al momento en que les tocó ser parte de la oferta
comunicacional dominicana.
Servicios de comunicación de alta calidad, nos comunicábamos sin
muchos sacrificios, cuando teníamos una avería en el hogar, llamábamos y más
rápido que inmediatamente, se presentaban y lo resolvían.
Ya esos son recuerdos de tiempos idos, hoy el avance tecnológico
se lleva la eficiencia de ayer, tienes una avería en tu sector, en tu vivienda
y lograr que se resuelva, es una tremenda ¡odisea!.
Hoy somos CLARO, una empresa transnacional, la mejor del "mundo",
con la agravante realidad de que es la empresa más deficiente en cuanto a
servicio.
Pero sí ha sabido mantener la eficiencia en el cobro, de su
antecesora CODETEL, y nos dicen que estamos, que hemos avanzado en materia de
comunicación, pero eso debemos discutirlo.
Discutirlo, porque no creo que ningún dominicano esté contento con
el servicio que recibe de esa empresa, moderna.
Hoy, cuando tenemos una avería, pasamos la de Caín. Llamando a los números de servicios la espera
en ser atendido es una de sus debilidades, el tiempo en acudir un técnico a
resolver es otra de las calamidades.
Estoy sufriendo la falta de eficiencia de la empresa, o mejor
dicho en mi casa estamos sufriendo esa ineficiencia en los servicios, desde el
sábado 21, que fue la última vez que vimos con calma un programa de televisión.
Fue la última vez que tuvimos un contacto telefónico normal, y si
hablamos del internet, diremos que desde esa fecha ha sido un infierno.
Barahona Hoy, periódico digital que se actualiza desde el servidor
de mi hogar, está confrontando problemas, los problemas de la ineficiencia de
CLARO.
No tenemos servicio de internet de manera eficiente, sólo en horas
de la madrugada es que estamos accesando al servicio, a partir de las ocho de la
mañana, es un caos.
Mi hijo Juan Alejandro, que es a nombre de quien está el contrato
de servicio, está harto de llamar a la empresa para que le resuelvan esa avería,
pero todo ha sido una burla, le toman la solicitud y nada pasa.
Por voz de otros nos hemos enterado que la empresa está instalando
redes nuevas y que hasta que ese servicio de instalación de redes no concluya, nada será como antes.
Pero ellos entienden que el cliente no merece respeto, no se
informa, no se levanta una plataforma que nos dé el servicio, que tenemos que
pagar religiosamente.
CLARO, se ha convertido en una de las tantas empresas instaladas en
la República que sencillamente no sirven para nada , pero no tenemos a quien
reclamar, que siga la fiesta, y sigamos viviendo de esos bellos recuerdos cuando
teníamos una empresa que hacía honor a su lema, y su slogan era ¡CODETEL, para
servirle!.
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