Por Bienvenido Heredia
¿Quién iba a pensar que faltando apenas horas para las
elecciones del próximo domingo, 15 de mayo, la mayoría de los partidos y
movimientos políticos de oposición se unirían en un solo frente? Pues fíjese
que sí, se unieron.
Lo que uno no acaba de entender es por qué no se unieron antes y formaron un frente opositor con miras a conquistar el poder, pero se unen ahora con un propósito disociador: provocar
incidentes antidemocráticos en uno de los procesos más democráticos que ha vivido la República Dominicana en los últimos años.
incidentes antidemocráticos en uno de los procesos más democráticos que ha vivido la República Dominicana en los últimos años.
Los partidos PRM, AlPaís, APD, FNP, PUN y PQDC, decidieron
juntarse para reclamar a la Junta Central Electoral (JCE) que cambie las reglas
del juego, para que el domingo se cuenten manualmente los votos de los tres
niveles de votación, no sólo el nivel presidencial y vicepresidencial, como aprobó la Junta. Es
decir, están proponiendo que en los 16 mil colegios (mesas) electorales que serán
habilitados el domingo, sean contados manualmente todos los votos depositados
en las tres urnas: la A (presidencial y vicepresidencial), la B (municipal) y la
C (Congresual), donde se estarán disputando más de 4 mil puestos electivos.
El conteo manual fue el método realizado desde que en el
país se realizaron las primeras elecciones libres, allá por el 1962, cuando el
profesor Juan Bosch ganó con el máximo histórico de los porcentajes jamás
alcanzado por candidato presidencial alguno (59%). Pero ese método de
escrutinio produjo muchos traumas en las sucesivas elecciones generales: conteo
lentísimo (días y hasta semanas sin saber quién o quiénes ganaron y quién o
quiénes perdieron), apagones eléctricos durante el conteo, hurto de urnas,
enfrentamientos y balaceras en locales municipales y en la sede central de la
JCE, etc., etc., etc.
Debido a ello, el organismo regulador de las elecciones se propuso
avanzar, como avanza el país, a un estadio más acorde con los tiempos, por lo
que decidió implementar un sistema de votación parcialmente electrónico,
registrando y contando los votos con aparatos de alta tecnología (sólo la votación no será electrónica). Eso fue aprobado sin muchas trabas por todos los
partidos y movimientos políticos, pero ahora, hoy, los partidos señalados
anteriormente dicen que no, que ese sistema se presta para cometer fraude. ¿Pero fraude a favor de quién?
Pero además,
¿fraude a quién? Porque de los 8 candidatos opositores, sólo Luis Abinader aparece
en las encuestas con un porcentaje competitivo, los demás no suman el 4%
juntos.
Si esa fuera su real preocupación, quizás no habría porqué
preocuparse. Pero resulta, que ellos, particularmente el Partido Revolucionario
Moderno, han dicho que si no se hace como ellos dicen, si no se cuentan los
votos en todos los niveles con las manos y con los palitos, sus delegados no
firmarán las actas y se armará un lío post-electoral, pues ellos declararían
ilegítimo el proceso mismo.
Ya han hecho movimientos de protesta y presión frente a la
Junta, con la realización de las llamadas “cadenas humanas” (30 ó 40 personas),
encabezadas por dirigentes de ese partido que lleva como candidato presidencial
a Luis Abinader.
Aunque el Partido de la Liberación Dominicana y su candidato
presidencial, Danilo Medina, han dicho
que no importa como sean contados los votos, el Pleno de la Junta todavía
mantiene la decisión de contar manualmente sólo los votos del nivel
presidencial y vicepresidencial (la boleta A). Y si la Junta mantiene esa
decisión, ¿qué harán los partidos opositores? Y si la Junta los complace y decide
que se cuente manualmente en los tres niveles: A, B y C, ¿cuál sería el próximo
argumento del PRM y sus ahora aliados extemporáneos, para cuestionar el proceso
electivo del próximo domingo?
Desde este sencillo rincón de opinión, me tomo el
atrevimiento de sugerir a los honorables magistrados que integran el Pleno de
la Junta Central Electoral, que cambien su decisión, porque este país no merece
que retrocedamos a los tiempo de los juntazos y hurtos de urnas, que les den el
beneficio de la duda a quienes no quieren reconocer que electrónica o
manualmente, el tiempo de ablandar habichuelas ya pasó y el domingo, 15 de mayo
del 2016, el resultado final ya está marcado, abiertamente definido, a favor de
un candidato que lleva demasiada ventaja porcentual frente a su más cercano
contendor.
Este país quiere terminar el domingo 15 de mayo en paz, y
despertar el lunes 16 sin sobresaltos ni traumas post-electoral, esas son cosas
que deben quedar en los anales traumáticos de nuestra historia. NO JUGUEMOS CON
NUESTRA DEMOCRACIA Y CON LA PAZ DE LOS DOMINICANOS.
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