Hemos de insistir en la vocación del periodista, hemos de insistir en aquel que está llamado a informar, a formar, a recrear a través de la prensa. Aquí y allá aparecen muchas quejas contra periodistas, aquí y allá aparecen las quejas de los mismos periodistas.
A mí siempre me llama la atención cuando oigo a un periodista quejándose de aquello que compañeros suyo hacen o dejan de hacer por su profesión.
He de decirlo, es doloroso, nos da enorme pena, pero todos los dominicanos somos conscientes de que el periodista, con su pluma y con su voz, ha de ser un defensor de la verdad, de la justicia y de los mejores valores. Pero también, cuando el periodista se vende, se prostituye, igual que cualquier político o cualquier otro de otra profesión, aunque tenga la voz, el micrófono o la pantalla.
Felicitamos de corazón a los periodistas que trabajan con la verdad y los otros valores de la vida humana, y nos unimos de corazón a los periodistas mártires que existen en el mundo, sacrificados hoy sobre todo en el mundo del narcotráfico y en el mundo de la corrupción política.
Hasta mañana, si Dios,
usted y yo lo queremos.
usted y yo lo queremos.
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