28 de febrero de 2016

EXPRESIONES



Hasta luego...Silvio
Por Tomás Aquino Méndez
Hasta luego... Silvio“Tomás, recibiste”, eran siempre sus primeras palabras cada sábado.
Luego me preguntaba por mi salud y por la familia. Así era el contacto de Silvio Herasme Peña conmigo. Le conocí más a fondo por medio de su hermano y particular amigo, Emilio, quien falleció el 8 de noviembre de 2013. La conversación más larga que sostuvimos en las últimas semanas estuvo relacionada con Monte Grande.
Hablamos sobre la necesidad de la obra, pero él tenía una preocupación. Me decía que con esa presa también aumentaría la presencia de extranjeros. Advertía la necesidad de integrar a la producción más de 400 mil tareas, pero ante la resistencia de la juventud a integrarse al trabajo productivo, con Monte Grande también se le abriría la puerta al ingreso de miles de haitianos a la región y eso encerraba un peligro preocupante para la nación.
De una familia de periodistas respetables y respetados.
Pero también de raíces profundamente democráticas, revolucionarias e identificados con las luchas libertarias.
Cuando la patria requirió de sus servicios, ninguno de esos profesionales del periodismo dio marcha atrás. Silvio tomó en sus manos la pluma para defender el derecho a expresarse que tiene la mayoría de dominicanos. Igual que empuñó el fusil para defender la bandera y los símbolos de la amada patria.
También sirvió a la nación desde el mundo diplomático, representando al país sin cuestionamiento, en varias naciones.
Pudo estar equivocado.
Pudo errar en algunos momentos de su vida, pero nunca actuó con saña contra nadie.
No usó su poder en la comunicación para perjudicar o dañar.
Como resaltó el editorial del LISTÍN DIARIO del pasado martes: “Silvio representó la mística de una generación de periodistas que contribuyó a crear las condiciones para un ejercicio crítico y valiente en la prensa independiente”.
Mi abrazo solidario para sus hijos: Marcos, Juan José, Claudia, Sarah y Silvio Antonio. Por su mediación, a toda la familia Herasme de mi natal Bahoruco, en mi amado suroeste.

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