“Se fue el viejo y no pudo recuperar su casa. Pero hay que seguir adelante y yo ahora estoy metido en una producción. Vengo duro para fin de año”. Fue la última conversación que tuve con el amigo “Mingo”. Y cuando me habló de su “viejo” me hablaba de Pupito, su papá, quien murió sin dejar resuelto un conflicto por una propiedad en la avenida Libertad de Tamayo.
Pero muchos se estarán preguntando de quien hablo.
Siempre tuvo sus inquietudes artísticas. Se presentaba en “los viernes de colores” de la escuela. O en los encuentros culturales de los clubes, que para la época abundaban en cada una de las comunidades del suroeste. Por eso, para quienes crecimos correteando las calles de Tamayo, no fue sorpresa cuando dio su primer paso integrándose como cantante al combo Los X Uno del Sabor, que tenía su sede en Vicente Noble. Cuando llegó a la capital en busca de hacerse “un cantante de verdad”, comenzó un periplo que se inició en la orquesta Los Diamantes de Gerardo Veras, pasando luego por la Santo Domingo All Star Band, El equipo de Dioni Fernández, Los Toros Band, Aramis Camilo. En cada una de esas agrupaciones era seguido por los tamayenses.
Sus presentaciones junto a esas agrupaciones en programas de televisión, eran “toque de queda”, sin embargo teníamos que cambiar la simpatía de orquesta con frecuencia, debido a que en algunas de ellas su paso fue muy efímero, hasta que logró establecerse con su propia orquesta.
Su madre “La Negra” (Q.E.P.D.), como le decíamos todos en Tamayo, hablaba con orgullo de su querido “Mingo”. Por eso, en muchos de sus temas lo escuchamos decir con frecuencia “Mamá”, siempre estuvieron muy unidos. No se si Benny logró avanzar en la grabación que me dijo estaba realizando, ni hasta donde pudo avanzarla. Ya no está con nosotros físicamente, aunque su voz alta, limpia y afinada, seguirá sonando en las estaciones de radio. Ese muchacho juguetón, “bonachon”, como dice su tío Ramón, nos dejó y su cuerpo descansa junto a sus padres en el cementerio de Tamayo desde el pasado jueves. Y como dijo el presidente de Acroarte, Jorge Ramos al enterarse de su muerte: “Realmente Benny llenó un gran espacio de la época dorada del merengue, como fueron los años 80. Deseamos que Dios lo acoja en su santo seno. Paz a sus restos y consuelo a sus familiares”.
Hasta luego “Mingo”, Benjamin, Benny o Enmanuel.
¡AMEN!
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