La Constitución de los EEUU
Por Carlos Darío Sousa S.*
Los hechos filosóficos, los de la teoría política, los de carácter
social, los de la educación, los de carácter religioso con la secularización,
los ligados a lo económico, producción, etc., van a desencadenar una serie de
revoluciones en países donde el nivel de conciencia era suficiente para el
acceso de una clase social que pugnaba por un espacio, pero sobre todo, superar
la obliteración que representaba la decadencia de la sociedad feudal, y también
los nuevos paradigmas que la enciclopedia y el desarrollo del capitalismo iban
incardinando.
La Revolución Americana es anterior a la otra gran revolución, la
francesa de 1789. Una y otra hacen sus
aportes inconmensurables a la humanidad, tanto en el campo de los Derechos
Humanos, como en la organización política que van a primar desde entonces.
La “Declaración de derechos del buen pueblo de Virginia”, del 12
de junio de 1776, fue el primer gran documento escrito y que planteó algo que
la literatura política ya venía soslayando, en las siguientes vertientes:
“Todos los hombres son por su naturaleza igualmente libres e
independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando
entran en estado de sociedad, no pueden por ningún contrato, privar o despojar
a su posteridad; especialmente el goce de la vida y de la libertad, con los
medios a adquirir y de poseer la propiedad y perseguir y obtener la felicidad y
seguridad”. Art. 1.
La misma Declaración preceptuaba solemnemente que:
“Todo poder reside en el pueblo y, por consiguiente, de él se
deriva que los magistrados son sus mandatarios y servidores, y todo tiempo
responsables ante él”. Art. 2
“Que el gobierno es, o debería ser, instituido para el bien común,
la protección y seguridad del pueblo, nación o comunidad; de todos los modos y
formas de gobierno, el mejor es capaz de producir el máximo grado de felicidad
y seguridad, y es el más eficazmente protegido contra el peligro de la mala
administración; y que cuando cualquier gobierno sea considerado inadecuado, o
contrario a estos propósitos, una mayoría de la comunidad tiene el derecho
indudable, inalienable e irrevocable de reformarlo, alterarlo o aborlirlo, de
manera que satisfaga el bien común”. Art. 3
Quizás estos principios son los que motorizan los cambios en la
sociedad política. Es una forma adecuada de plantear el asunto de la soberanía.
La tradición política hasta entonces definía la soberanía dentro del marco
religioso –ver la teoría de las dos espadas-. El monarca recibe la “soberanía
de Dios” y la transmite por delegación a otros estratos de la sociedad.
Hay unos artículos que marcan la impronta de la sociedad en
ciernes.
“Que la controversia sobre propiedad, y en conflicto entre hombre
y hombre, es preferible el antiguo juicio con jurado a cualquier otro, y debe
ser considerado sagrado”. Art. 11
“Que la libertad de prensa es uno de los grandes baluartes de la
libertad, y que jamás puede restringirla, a menos de convertirse en un gobierno
despótico”. Art- 12
“Que la religión, o las obligaciones que tenemos en nuestro
creador, y la manera de cumplirlas, solo pueden estar dirigidas por la razón y
la convicción, no por la fuerza o la violencia; y por tanto, todos los hombres
tienen idéntico derecho al libre ejercicio de la religión, según los dictados
de la conciencia, y que es deber mutuo de todos el practicar la indulgencia, el
amor y la caridad cristiana”. Art. 16
Todos los artículos, 16 en total, de la Declaración, tendrán gran
influencia en el pensamiento de Jame Madison. El “Bill of Rights” de la misma,
servirá de modelo a las demás constituciones de los nacientes estados de la
Unión. Su influencia se extenderá a la “Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano”, de la Francia de 1789.
No debemos olvidar que la procedencia de los habitantes instalados
en esos territorios, muchos huían de sus países originarios por asuntos
religiosos, políticos y económicos. Y eso creó una cultura en la que esos
factores fueron importantes en su proceder, formación y cultura. Rechazo a todo
lo que los impulsó a emigrar: Propiedad de la tierra, persecuciones políticas y
religiosas.
Las tres primeras palabras de la Constitución de EEUU dicen: “We
the people” (Nosotros el pueblo). Y desde ahí en adelante, la soberanía –sobre
la que la literatura política tiene una gran producción-, deja de ser propiedad
de los monarcas y sí del pueblo.
Si bien señalé que la Declaración de Virginia fue el primer gran
documento escrito, la que ocupa un lugar preferente dentro de las grandes
constituciones es la que se aprobará a raíz de la Independencia y formación de
lo que a partir del 4 de julio, se llamará Estados Unidos.
La llamada Convención de Filadelfia redactó una constitución sobre
la que tenemos que señalar sus rasgos de originalidad:
-La creación del sistema federal
-El presidencialismo como forma de organizar el gobierno
-El control judicial de la constitucionalidad de las leyes
-Podemos agregar la libertad religiosa. La separación absoluta de
la religión del Estado. Por eso, no hay religión oficial en los EEUU.
Un dato adicional, es que esta constitución es la primera escrita.
El sistema constitucional Británico, como el más cercano a un sistema político,
se basaba en la tradición fundamentada en el “Common law” inglés, o derecho consuetudinario, que es una
“constitución” no escrita, como sí lo es la norteamericana, y que consta con
varios documentos que la sustentan, alcanzados por la lucha política de muchos
británicos en contra de la monarquía.
*El autor es catedrático universitario.-
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