24 de agosto de 2015

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 24 de agosto, 2015)

La Constitución de los EEUU

Por Carlos Darío Sousa S.*

Hace unos días, a raíz del 4 de Julio, fecha de la independencia de los EEUU, conversaba con un amigo politólogo sobre la importancia de tal acontecimiento, no sólo en el mundo, sino particularmente en nuestra América. Referíamos a lo que Peter Watson llama “La invención de los Estados Unidos.

Los hechos filosóficos, los de la teoría política, los de carácter
social, los de la educación, los de carácter religioso con la secularización, los ligados a lo económico, producción, etc., van a desencadenar una serie de revoluciones en países donde el nivel de conciencia era suficiente para el acceso de una clase social que pugnaba por un espacio, pero sobre todo, superar la obliteración que representaba la decadencia de la sociedad feudal, y también los nuevos paradigmas que la enciclopedia y el desarrollo del capitalismo iban incardinando.

La Revolución Americana es anterior a la otra gran revolución, la francesa  de 1789. Una y otra hacen sus aportes inconmensurables a la humanidad, tanto en el campo de los Derechos Humanos, como en la organización política que van a primar desde entonces.

La “Declaración de derechos del buen pueblo de Virginia”, del 12 de junio de 1776, fue el primer gran documento escrito y que planteó algo que la literatura política ya venía soslayando, en las siguientes vertientes:

“Todos los hombres son por su naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en estado de sociedad, no pueden por ningún contrato, privar o despojar a su posteridad; especialmente el goce de la vida y de la libertad, con los medios a adquirir y de poseer la propiedad y perseguir y obtener la felicidad y seguridad”. Art. 1.

La misma Declaración preceptuaba solemnemente que:

“Todo poder reside en el pueblo y, por consiguiente, de él se deriva que los magistrados son sus mandatarios y servidores, y todo tiempo responsables ante él”. Art. 2

“Que el gobierno es, o debería ser, instituido para el bien común, la protección y seguridad del pueblo, nación o comunidad; de todos los modos y formas de gobierno, el mejor es capaz de producir el máximo grado de felicidad y seguridad, y es el más eficazmente protegido contra el peligro de la mala administración; y que cuando cualquier gobierno sea considerado inadecuado, o contrario a estos propósitos, una mayoría de la comunidad tiene el derecho indudable, inalienable e irrevocable de reformarlo, alterarlo o aborlirlo, de manera que satisfaga el bien común”. Art. 3

Quizás estos principios son los que motorizan los cambios en la sociedad política. Es una forma adecuada de plantear el asunto de la soberanía. La tradición política hasta entonces definía la soberanía dentro del marco religioso –ver la teoría de las dos espadas-. El monarca recibe la “soberanía de Dios” y la transmite por delegación a otros estratos de la sociedad.

Hay unos artículos que marcan la impronta de la sociedad en ciernes.

“Que la controversia sobre propiedad, y en conflicto entre hombre y hombre, es preferible el antiguo juicio con jurado a cualquier otro, y debe ser considerado sagrado”. Art. 11

“Que la libertad de prensa es uno de los grandes baluartes de la libertad, y que jamás puede restringirla, a menos de convertirse en un gobierno despótico”. Art- 12

“Que la religión, o las obligaciones que tenemos en nuestro creador, y la manera de cumplirlas, solo pueden estar dirigidas por la razón y la convicción, no por la fuerza o la violencia; y por tanto, todos los hombres tienen idéntico derecho al libre ejercicio de la religión, según los dictados de la conciencia, y que es deber mutuo de todos el practicar la indulgencia, el amor y la caridad cristiana”.  Art. 16

Todos los artículos, 16 en total, de la Declaración, tendrán gran influencia en el pensamiento de Jame Madison. El “Bill of Rights” de la misma, servirá de modelo a las demás constituciones de los nacientes estados de la Unión. Su influencia se extenderá a la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, de la Francia de 1789.

No debemos olvidar que la procedencia de los habitantes instalados en esos territorios, muchos huían de sus países originarios por asuntos religiosos, políticos y económicos. Y eso creó una cultura en la que esos factores fueron importantes en su proceder, formación y cultura. Rechazo a todo lo que los impulsó a emigrar: Propiedad de la tierra, persecuciones políticas y religiosas.

Las tres primeras palabras de la Constitución de EEUU dicen: “We the people” (Nosotros el pueblo). Y desde ahí en adelante, la soberanía –sobre la que la literatura política tiene una gran producción-, deja de ser propiedad de los monarcas y sí del pueblo.

Si bien señalé que la Declaración de Virginia fue el primer gran documento escrito, la que ocupa un lugar preferente dentro de las grandes constituciones es la que se aprobará a raíz de la Independencia y formación de lo que a partir del 4 de julio, se llamará Estados Unidos.

La llamada Convención de Filadelfia redactó una constitución sobre la que tenemos que señalar sus rasgos de originalidad:

-La creación del sistema federal
-El presidencialismo como forma de organizar el gobierno
-El control judicial de la constitucionalidad de las leyes
-Podemos agregar la libertad religiosa. La separación absoluta de la religión del Estado. Por eso, no hay religión oficial en los EEUU.

Un dato adicional, es que esta constitución es la primera escrita. El sistema constitucional Británico, como el más cercano a un sistema político, se basaba en la tradición fundamentada en el “Common law”  inglés, o derecho consuetudinario, que es una “constitución” no escrita, como sí lo es la norteamericana, y que consta con varios documentos que la sustentan, alcanzados por la lucha política de muchos británicos en contra de la monarquía.

*El autor es catedrático universitario.-


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