11 de agosto de 2015

"Ilustres" Barahoneros se la Buscan Para Bajar la Guardia por la Instalación de !Bomba! de Gas Natural

Por Alejandro Santana
El que usted se oponga a la instalación de alguna empresa en su ciudad, es entendible, está en su derecho como ciudadano, también está dentro de su derecho el estar de acuerdo.
Son derechos que le consagra la Constitución y las leyes, y el que usted haga uso públicamente de ellos, es razonable y es plausible.
Su postura a favor o en contra debe ser respetada, el criterio que usted tenga de las cosas debe generarle respeto, pues usted no está en la obligación de estar de acuerdo con los demás ciudadanos.
Pero que usted, públicamente exhiba una postura y que por la espalda de los demás vaya donde los que pretendian la instalación de  la empresa a la cual se opuso públicamente, es como para catalogarlo de perverso.
Y la perversidad es lo que ha primado en esta Provincia, donde muchos se han opuesto a la instalación de algo que algunos han entendido que se inscribe dentro del desarrollo, pero que otros han entendido lo contrario.
Aterrizando, nos opusimos a la instalación de un astillero en el cayo, nos opusimos a la instalación de una planta a carbón, nos opusimos más recientemente a la instalación de una estación de expendio de gas natural.
De manera democrática nos manifestamos unos en contra y otros a favor, y pese a que esa estación de venta de gas natural había venido refrendada por permisos previos, logramos  que su instalación se detenga.
Y hasta ahora esos aprestos están detenidos, muchos de los que voz en cuello se opusieron, que rabiaron, que acusaron, que faltaron el respeto, son los que por la espalda han ido donde los responsables, a buscar dinero para bajar la guardia.
La noticia se ha filtrado, "honorables" "barahoneros", se han apersonado a una institución que tiene dentro de sus facultades emitir un permiso, a buscar dinero.
¡Qué desfachatez!, oponerse públicamente, insultar a los que estaban de acuerdo con su instalación para entonces ir por la puerta de atrás a negociar para bajar la guardia, ¡cuanta inmoralidad, hermano!
Una de las caras del irresponsable es esa, decir públicamente una cosa por el frente, en público, y por la espalda acudir a proponer negocios a abogados de la empresa.
Me resistía a creer que eso fuera verdad, pero ha sido confirmado y descubro que quienes atacan a los corruptos, son  corruptos confesos.
Siempre he entendido que para yo no estar de acuerdo con un proyecto debo sentarme a la mesa del diálogo con el arquitecto de ese proyecto y discutir los pros y los contras, pero eso no ocurrió.
Se hizo protagonismo públicamente, con esa supuesta oposición a la instalación de la estación de gas natural en la José Francisco Peña Gómez con avenida Enriquillo (Malecón).
Pero esos protagonistas de la moralidad, tienen la moral y la integridad podrida, aunque en público no le salga lo putrefacto que son.
¡Cuanta simulación! ¡Cuántos simuladores! ¡Cuantos falsos hijos dignos del pueblo!, cuando en realidad siempre han sido sus carniceros.
Me lo dijeron, lo confirmé, pero aunque lo esté escribiendo, tengo mis dudas, no doy sus nombres porque no he logrado convencer a mi informante a que me los suministre.
Cuando los tenga, estén seguros que los haré público, sin importar que tenga que andar blindado de cuerpo entero para que no me maten, pero no me importará, pues dejare a la ciudadanáa los nombres de sus carniceros que se pintan de salvadores.

Algunos de los que se opusieron a la instalación de la estación de expendio de gas natural en el malecón de la ciudad, han querido negociar, han acudido a buscar dinero y se ha hablado de millones, ¡escuchen!, lean bien, ¡de millones de pesos!, pero por la espalda.

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