
El periodismo de copia y pega, reproduce muchos errores. Teuddy
Sánchez me decía, "nunca copies y pegues una nota que tomes de otro medio sin
leer o tratar de confirmarla".
Agregaba que podríamos estar reproduciendo un error
cometido
por alguien, y tenía y tiene razón, pero lo doloroso es que hasta en
el medio que él fundó, hoy se haya reproducido ese error.
Entre las herramientas del periodismo hay la recomendación de
verificar la fuente. Tu fuente, aunque para ti sea confiable, para mi puede no
serlo y no debo reproducir como verídico lo que te ha informado tu fuente.
Pero está el hecho de la credibilidad, si no has confirmado de
primera mano notas comprometedoras, mejor no las publiques.
Que tu afán por lograr la primicia no te haga difundir algo que
más adelante tengas que desmentir, pues tu credibilidad como periodista se
vería afectada, y no hay peor muerte para un periodista que tener que desmentir
lo que ha publicado.
Los tratados sobre objetividad te aconsejan decir que la burra
es baya, cuando tengas los pelos en las manos, no porque alguien te ha dicho
que es baya.
Esos mismos tratados insisten que el periodista debe acudir a la
fuente, verificar si lo que le han dicho es cierto, asegurarse, en el caso de
una denuncia, que está hablando con el afectado. Se aconseja en este caso
grabarlo y hasta fotografiarlo si es posible.
El periodista, bajo ningún concepto debe permitir que su
credibilidad se pierda, debe cuidar esos conceptos más que su vida,
pues sólo defendiéndolos seguirá siendo buen periodista.
Hoy el ejercicio del periodismo se ve afectado por la invasión
de quienes sin escrúpulos, vienen a esta profesión a lidiar con informaciones.
Hay quienes dicen que toda la basura está yendo a la cancha de
la prensa, repudiados de sus profesiones originales, se meten a periodistas; indelicados reincidentes, también se meten a periodistas.
He escuchado la expresión: "Viva y deje vivir", y no debe tratarse de
eso, porque la profesión u oficio de periodista es algo noble, debe
ser para personas honestas , igual que el ejercicio político, igual para
policías, médicos, profesores, ingenieros, en fin, las acciones del individuo
deben ser honestas.
Periodista, el mejor oficio del mundo, es verdad, pero
cuando se ejerce con honestidad, con objetividad, con pulcritud, pero eso no se
está observando.
He visto con desagrado como unos que se hacen llamar
periodistas hasta inducen acusaciones contra alguien que no es de su
agrado y está ocurriendo mucho contra algunos pre candidatos, eso es
desagradable.
En el conato de incendio del súper Jacobo, sólo Gabriel Reyes, de
la vieja escuela del periodismo, dice haber hecho contacto con el coronel de
los bomberos de la ciudad.
Dice Gabriel Reyes que unos cartones de un almacén
exterior se incendiaron con la chispa de una maquina soldadora
cuando se procedía a soldar un llavín, causó alarma, como es natural, los
bomberos llegaron y apagaron los cartones.
No hubo pérdidas y se destaca que Jacobo, el dueño del súper, felicitó a los bomberos por haber sido eficientes, felicitó a esos mismos
bomberos que en ocasiones no tienen para comer en el cuartel que los alberga,
cuando están de guardia.
Quiero decir con esto, que sólo los bomberos son importantes
cuando un fuego nos afecta, y entiendo que todos los comerciantes nuestros
deben destinar, entre todos, una compra mensual a los bomberos para que
coman cuando están de servicio.
Ah!, el que llamó a la Z101 a congraciarse diciendo que se
había quemado el súper Jacobo, que para la próxima sea menos charlatán, aunque
eso pasa porque los medios de la capital no quieren pagar a un representante o
corresponsal en la Provincia, para que las noticias le lleguen con veracidad.
No me creo más periodista que los demás, pero como tal y como
ciudadano, me preocupan las mentiras en el ejercicio del periodismo, una
profesión que debe ejercerse con honestidad y objetividad.
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