Por Virgilio Gautreaux P.
El 4 de abril de 1972-hace 43 años-el odio del régimen balaguerista contra
la Universidad Autónoma de Santo Domingo, se cebó contra el único bastión
democrático que no había podido ser dominado por las fuerzas de la ultraderecha
y sus aliados norteamericanos.
Eran tiempos de guerra fría, de bombardeos a pueblos con napalm, de
asesinatos selectivos de dirigentes liberales, de persecución de
intelectuales,
de asesinatos de periodistas en todo el mundo. Eran tiempos de guerra fría, de golpes de estado en América Central y Suramérica. Era la época de zafra de los escuadrones de la muerte en toda Latinoamérica.
Nuestro país, desde 1966, era azotado por "fuerzas incontrolables", bien controladas, por la "Banda Colorá", así como por equipos "limpiadores" de varias ramas de uniforme.
A todos estos intentos de acallar y aplastar al pueblo dominicano, mediante movilización general en todo el país, respondía la nación. Las golpizas, apresamientos, deportaciones, apresamientos, torturas y desapariciones, era la tónica del régimen balaguerista.
La universidad era un importante foco de disidencia. En sus aulas, destacados intelectuales liberales y jóvenes científicos, impulsaban la creación de una masa profesional consciente, democrática y solidaria. Esto no encajaba con el modelo de universidad que aspiraba la ultraderecha y el balaguerismo conservador y criminal.
Envalentonados
con lo que ocurría en otras partes de Latinoamérica, el gorilismo criollo
arremete con todas sus fuerzas contra la UASD, derramando sangre inocente: Sagrario Ercira Díaz Santiago es
ametrallada y muere diez días después, el 14 de abril.
Debemos mantener viva la memoria del pasado reciente, de nuestros mártires y que nos mantengamos alertas para que estas tragedias no vuelvan a repetirse.
Sagrario
era una inquieta y preparada estudiante de economía, nacida en Barahona.
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