Hasta luego...Ramón
Por Tomás Aquino Méndez
Lo conocí a finales de l988. Yo estaba recién llegado de mi natal Tamayo. El comenzaba a hacer “pinino” en el mundo del sindicalismo.
Tenía la mente llena de proyectos. Hablaba de la necesidad de cambiar “las cosas” en el transporte. Quería que la mayoría de los choferes trabajara en algo de su propiedad y dejara de alquilar su medio de vida.
Decía que le dolía y le preocupaba que esos hombres del volante “se mataran tanto por nada”.
Yo conocía parte de ese mundo. Mi padre Domingo, (Q.E.P.D) vivía del concho tras abandonar su vida militar. Tal vez por eso coincidíamos tanto, o quizás por nuestra procedencia de la zona rural. Ramón Pérez Figuereo era, igual que yo de origen sureño.
Como quería liderar un movimiento que cambiara el mundo del transporte, necesitaba hablar con frecuencia. Le preocupaba que en principio no tenia dominio del verbo expresivo y era objeto de muchas criticas. También era criticado porque tenia como única forma de reclamo los PIQUETES. Eso le granjeo el mote de “Pérez Piquete” y al mismo tiempo lo ayudó a ir logrando sus objetivos.
Desde que nos conocimos e iniciamos esa relación, entre Ramón y yo surgió una gran amistad y un gran cariño. El deseo de superarse hizo que me convirtiera casi en un profesor y asesor para el. Me consultaba previo a las entrevistas televisivas porque no quería cometer errores ni poner “eses” donde no era apropiado. Me buscaba cuando tenia una nota de prensa para que le ayudara a su elaboración. En fin, juntos redactamos muchas notas, cartas, comunicados exigiendo atención para los choferes y la población. Aunque algunos de mis hermanos y demás parientes no lo conocían personalmente, sabían de él lo suficiente para sentirse sus amigos. Cuando falleció, mi hijo Edwin, quien reside en Estados Unidos, me llamó de inmediato. Me dijo, “papi, escuché que murió un dirigente sindical en Santo Domingo, pero sólo escuché sus apellidos, Pérez Figuereo y creo que es su amigo”. Lamentablemente tuve que confirmarle que así había sido.
Ahora que la prisa, la crisis, el temor a la delincuencia y a la droga nos aleja de nuevos amigos, he querido recordar esta relación que nació por casualidad y un día cualquiera.
Por el Día de la Amistad, que celebramos en ayer sábado, dedico mis Expresiones a recordar esta relación de amistad de mas de 25 años con quien fuera, quizás, el dirigente del transporte menos interesado y más entregado a su causa: Ramón Pérez Figuereo. Paz a su alma!
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