Aníbal de Castro, recién designado como
embajador en España, dijo que hay actores civiles que inciden en la política exterior que asumen posiciones que no necesariamente responden a la realidad del país. “Y son observaciones que se hacen sin conocer a fondo la realidad de los diferentes países. República Dominicana es un país democrático, donde se observan escrupulosamente los derechos humanos”, dijo.
El diplomático consideró a República Dominicana como una democracia en construcción, y que por lo tanto puede tener sus fallas, pero aseguró que hay una intención de trabajar y hacer esfuerzo por respetar la dignidad de las personas sin importar su origen social ni nacionalidad.
Al ponerle el ejemplo de regularización de los Estados Unidos, dijo que ese proceso y el dominicano tienen una diferencia: el tiempo de discusión que lleva el norteamericano, mientras que en República Dominicana el presidente Medina logró consenso sobre el tema y el Congreso Nacional sancionó una ley al respecto.
De Castro habló en el Palacio Nacional, donde acudió a gestionar los trámites propios de su nueva designación como embajador en España.
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