9 de octubre de 2014

La Sobrepesca y la Pérdida de Corales

Por Yaniris López
Entre las causas que han provocado un descenso en la disponibilidad de peces en los últimos 20 años en las costas dominicanas, figuran la pérdida de los arrecifes coralinos y la sobrepesca.
“Esto se debe a que el arrecife se mantiene de la fauna, y si no hay, muere”, explica el arquitecto dominicano y especialista en pesquerías Mario Delgado.
El investigador y colaborador de la Fundación Universitaria Dominicana Pedro Henríquez Ureña (Fudphu) sostiene que el arrecife en todo el perímetro de República Dominicana se ha perdido en alrededor de un 40%.
“El del Banco de la Plata se ha reducido en un 80% y el más largo, que va de Montecristi a Punta Rucia y que debe de tener entre 18 a 20 kilómetros, está prácticamente perdido en su totalidad, con excepción de los corales de Cayo Arena.
¿Por qué la muerte del arrecife está relacionada con la sobrepesca? “Porque el arrecife es un ser vivo; vive de la fotosíntesis, hay un crecimiento de algas permanentes y hay varias especies de peces que controlan ese crecimiento de algas. Al haber acabado con todas esas especies, el alga cubre el arrecife y este muere”, expone Delgado.
Impacto Estadísticas del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca) señalan que con una flota pesquera aproximada de 4,800 embarcaciones y unos 11,500 pescadores, República Dominicana apenas produce el 30% del pescado que se consume en el país: alrededor de 54 millones de kilos de productos pesqueros.
Aunque la pesca que se realiza aquí es de pequeña escala y esencialmente artesanal, estos números no convencen a los especialistas ni a las autoridades, que consideran que deben ser más altos tratándose de un país insular.
“Pero es que la pesca a pequeña escala y además artesanal no tiene por qué ser sinónimo de actividad sostenible”, expresa Nuno Caiola, biólogo marino e investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de Barcelona que participa en el país, junto a expertos locales y extranjeros, en el foro internacional “Costas y pesquerías: incidencias ecológicas y económicas de un manejo eficiente”.
Este foro, que concluye hoy con actividades desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:30 de la tarde, es organizado por la Fundación Universitaria Dominicana Pedro Henríquez Ureña (Fudphu).
Caiola opina que la pesca artesanal puede provocar un impacto negativo en las costas debido a que las embarcaciones pequeñas también tienen su capacidad de carga y registrarla es más complicado que en la pesca industrial.
La capacidad de carga, dice, es la que le indica al sector cuántas toneladas de una especie determinada se pueden extraer al año, y cuánto deben medir los individuos que se extraerán.
“La captura de la pesca industrial pasa por la lonjas, se pueden cuantificar, y hay observadores, algunos internacionales, que van a las embarcaciones para ver que las cosas se hacen bien. En las actividades tradicionales eso no existe, se vende muchas veces a pie de playa, o en restaurantes que no llevan registros de compra. Entonces, ¿cómo se controla, cómo se producen unas estadísticas oficiales de pesca con esta actividad, cómo se gestiona?” La mejor gestión, apunta, es la que se realiza a través de las asociaciones, en las que cada grupo de pescadores da cuenta de lo que captura y procuran que la actividad sea sostenible.
Organizarse: ese es el consejo que el investigador le da el sector pesquero local.
“Si todo se hace de manera individual, el sector es imposible de controlar; y sin control no hay sostenibilidad”, agrega Cailoa. 
Ventajas de la pesca artesanal 
Pesca a pequeña escala, tradicional o artesanal.
En los países pequeños se suele pensar que por llevar incluida la palabra pequeña escala y además artesanal se trata de una actividad secundaria, comenta Nuno Caiola.
“Pero cuando miras los números globales y te das cuenta de que la pesca de pequeña escala tradicional corresponde a un 50% de la pesca total del globo, es mucho.
Claro, si miramos solo nuestro rinconcito la tendencia es pensar que no es la gran cosa, pero si pensamos en términos globales es una actividad que genera más empleos directos -y de calidadque la pesca industrial”.
Añade que además de su alto grado de sostenibilidad, la pesca artesanal produce alimentos de kilómetro cero, alimentos que se producen aquí y que se venden a pocos metros.
Caiola recomienda al país adoptar medidas de gestión que determinen si vale la pena alargar los períodos de veda para garantizar la disponibilidad de peces.

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