19 de octubre de 2014

EXPRESIONES

¿Hasta cuando?

Por Tomás Aquino Méndez

Es cierto que en todas partes del mundo se producen accidentes. Nadie puede ignorar que las fallas mecánicas en los vehículos ocurren en cualquier momento y circunstancia. 

Un estudio reciente coloca al país entre las naciones con carreteras más peligrosas en el mundo. Aunque hemos cuestionado a organismos internacionales que se empecinan en cuestionar y castigarnos por “cualquier” quítame esta paja, en este caso tenemos que coincidir con ese dato.  Es cierto, las carreteras de
este país son un verdadero peligro. 

Sin embargo, debemos asegurar que el problema no son las carreteras y ni siquiera nuestros mal educados choferes. El mal está, a mi juicio, en la falta de controles, de autoridad y vigilancia adecuados en las vías. A eso se agrega la no aplicación de sanciones a los violadores. Nuestras autoridades se muestran negligentes e indiferentes en estos casos. 

El último accidente, donde ocho dominicanos perdieron la vida y 19 resultaron heridos, es la muestra más reciente. El camión-volteo con el que chocó el autobús que transportaba empleados de un hotel de Bávaro, estuvo ahí por más de 6 horas.  Testigos afirman que a más de uno de los agentes y militares que vigilan las carreteras del Este se les reportó que había un camión mal estacionado y que podría causar una tragedia...nadie hizo caso a las quejas. Por eso digo que es falta de autoridad. Es negligencia para actuar y castigar.

¿Quién está pagando por los muertos en la carretera Azua-Barahona hace un año, donde un patanista borracho, compitiendo con otro, provocó la tragedia? 

¿Quien fue condenado por los hermanos muertos por un conductor ebrio en la Churchill hace 8 meses?  

¿Quién ha sido condenado por los muertos en la carretera Mao-Santiago, por un camión de doble cola? Y pudiésemos citar cientos de casos donde la autoridad nada ha hecho, todos los implicados andan sueltos y conduciendo. 

Parece que nuestros agentes de AMET solo multan a los conductores privados o paran a los que pueden pagar su violación. Los choferes de carros públicos, de autobuses, de camiones y patanas no existen para nuestras autoridades de tránsito. 

Es tiempo de poner fin a este desorden. Nuestras autoridades de tránsito y las patrullas de carreteras tienen que ser más ágiles al momento de remover vehículos quedados y controlar la velocidad en las vías. El desorden y los accidentes en nuestras carreteras es falta de autoridad y aplicación oportuna de la ley. 

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