EXPRESIONES

Esos informes

Tomás Aquino Méndez

En los últimos tres años, los informes de Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Departamentos  de Estado de EEUU, el ACNUR y otros organismos internacionales han sido abusivos y discriminatorios. Lo que más nos duele a muchos dominicanos es que esos informes son sometidos, aupados y motivados por “compatriotas” que creen más en los dólares que reciben que en la imagen negativa que pueden crear al país con sus “medias verdades” y sus inventos. En esos informes se acusa al país de apátrida, discriminador, abusador infantil y

hasta de violador del derecho de los haitianos a legalizarse y radicarse aquí. A pesar de eso, aquí es donde viven más de dos millones de ellos, sin ningún control ni impedimento y sin un papelito de identidad, tal como lo admitiera en Cuba el presidente Danilo Medina.

El último informe del gobierno de Estados Unidos, en el que acusa al país de “hacer poco” contra el abuso infantil es tan falso y mal intencionado como llevar otra vez al país ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Lo que debieron informar quienes llevan sus quejas a esos organismos es que en las calles de Santo Domingo hay miles de niños haitianos que buscan, sin obstáculos, dejar atrás la vida de miseria que los rodea en Haití, aquel país donde esos mismos organismos, ni las grandes naciones que le caen encima al nuestro, hacen nada por ayudarlo a salir de su estado indigente, de su corrupción y democracia. 

No es cierto que exista aquí una politica de explotación a los infantes. Aunque, como en muchos otros paises, se encuentren niños realizando algún tipo de labor no apta para ellos. Acciones encaminadas por el Gobierno, como el plan de alfabetización y la tanda extendida, han sido base para reducir la presencia de niños en áreas laborales. El miedo a los cuestionamientos y críticas de organismos internacionales han abierto las puertas de la frontera a esos miles de niños haitianos que hoy abundan en calles, centros comerciales y semáforos, vendiendo o mendigando, y dando cabida a esas criticas.  Si se les impide la entrada, el país es injusto y discriminador, y si se los dejan entrar y no los tratan como reyes, se nos acusa de abuso infantil. ¡Qué injustos! 

Según “analistas” estadounidenses, muchos países han avanzado en la lucha contra el trabajo infantil, claro, ahí no está República Dominicana. Antes que malgastar recursos promocionando manipulados informes contra el país, esos organismos deberían usar esos fondos en auxilio de Haití. Ellos que dicen que aquí se violan los derechos a los niños haitianos, que se maltrata a las embarazadas, que no hay buenas atenciones en los hospitales... que viajen a Haití y que vean la realidad.