En este Día de los Padres 2014, Panegírico a un padre muy amado: El Colegio Barney Morgan
Por Rev. Alfredo _Ferreras
Urgente aclaración:
Luego de 62 años irradiando su luz refulgente sobre la ciudad de Barahona
y toda la provincia, el Colegio Evangélico Dominicano Barney Newton Morgan –El Morgan-, ha cerrado sus puertas y arriado su bandera.
¡Cuántas cosas pudiésemos escribir!
¡Cuántas imágenes y experiencias que pertenecen al álbum de la
inmortalidad podemos compartir!
¡Cuántos cántaros de lágrimas se pueden llenar con lágrimas y cuántos
manojos de melancolías con el llanto amargo e impotente!
¡Cuánta resistencia y valor tuvo ese paradigma de la educación de
nuestro pueblo! Se resistía a morir, a pesar de las estocadas traperas y
mortales que le infringieron desde que el maestro
Samuel Féliz Román descontinuó en su Dirección (aproximadamente, desde 1993).
Barahoneros y condiscípulos,
dolientes del Morgan y pueblo en general, este es el tipo de documento que
nunca hubiésemos deseado escribir, porque es como redactar el panegírico de un
padre amado; pero tengo que hacerlo.
En otra ocasión compartiré novedosos puntos de vista acerca de la
víctima, ahora quiero dar conocer algo de lo del asesinato.
Insensatez
Los autores materiales e intelectuales de este magnicidio educacional,
todos desconocedores del verdadero valor del Morgan para nuestro pueblo; porque
ninguno de ellos tuvo la honra de pasar
por sus aulas. Los autores materiales e intelectuales de este magnicidio educacional
dan y darán explicaciones tan absurdas para justificar el MORGANCIDIO, que
alguien que los escuche desde corta distancia pensará sin margen de error, que
padecen flatulencia oral.
Los reverenditos, en función de autoridades de la IED, pueden dar las explicaciones que les sugieran
su irresponsabilidad, pero si conocen la siguiente frase de Abraham Lincoln, el
16 presidente de los EUA, pueden estar seguros que serán desenmascarados aunque
sea póstumamente: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes
engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo
el tiempo."
Me impidieron salvarlo
Yo, Alfredo Ferreras, hijo legítimo del Morgan asesinado, intenté
muchas veces evitar tan espantosa, dolorosa e intencional muerte; porque me sentía con calidades para hacerlo, pero
aquella perversa mezcla de mezquindad,
incompetencia y mediocridad me lo negó una y otra vez. Mis últimos intentos
fueron, respectivamente, en los años 2003 y 2012 (estas solicitudes están
documentadas). En el 2003, por ejemplo, el comerciante oriundo de Samaná, que
funge de pastor de la IED en Barahona, al enterarse de mis deseos de recuperar
el Morgan, se dedicó a denostarme entre
los estudiantes; y lo hizo de modo rastrero y perverso. Este tipo ignoró, que
en Barahona, entre él y yo, él es el advenedizo.
En octubre 2011, al regresar de los EUA y sabiendo que el Morgan agonizaba, de inmediato me presenté al Secretario Ejecutivo de la IED, Rvdo.
Miguel Cancú, y casi de rodillas le pedí me dieran la oportunidad de salvar el
colegio; ni siquiera me respondió. Este Sr. también es de Samaná, y la
respuesta que dio a mis sinceros y legítimos deseos sólo podía darla alguien,
que además de probado incompetente, también tiene que ser un IRRESPONSABLE, de
esos que carecen de paralelos; o sea, que en las fábricas de irresponsables
solamente hacen uno; y luego, botan el molde. En ese primer encuentro con este
“funcionario” estuvo presente el Rvdo. Gerson De la Cruz, él es testigo. La misma petición formulé a quien fungía como
presidente del Comité Ejecutivo, Sr. Juan de Dios Caraballo; este honorable
“presidente” tenía que estar afectado de amnesia senil, digo esto por la prepotencia
y soberbia de sus respuestas. Igualmente y de modo personal le manifesté mi
sincero deseo al que hace las veces de pastor de la IED en Barahona, Sr. Pedro
Kery Johnson.
“Liderazgo” actual de la IED
ingringe la final estocada: EL MORGANCIDIO
El actual “liderazgo” de la IED está integrado por individuos que puedo
catalogar de honrados y sanos en lo íntimo; pero por su desempeño, son un
santuario a la falta de hombría y a la incapacidad, son pusilánimes,
hombrecitos, analfabetos funcionales (que me desmientan, pero que lo hagan
mostrando sus aportaciones en el ámbito
profesional, de las humanidades o la conceptualización de algún tema
teológico de interés. Que muestren,
entre todos, media página de algún escrito donde plantan posición respecto a un
evento neurálgico – del ámbito que sea-
que lo amerita). Como funcionarios, son indignos; porque toda su vida
han mostrado ser lo que parece no pueden evitar: hombrecitos pusilánimes e
hipócritas.
La IED, como institución terrenal, seguirá muriendo en manos de sus
“funcionarios”, pues carecen de las mínimas cualidades para ostentar un
liderazgo con las competencias que los tiempos demandan. Lo único que estos
sercitos pueden exhibir, además de su mezquindad, incompetencia y mediocridad;
una imperdonable complicidad y dependencia mental de individuos que han vivido
para despellejar al rebaño. El MORGANCIDIO no es un crimen aislado, es la obra
sistémica de la incompetencia mediocre y arrogante. El MORGANCIDIO es obra de
la indolencia irresponsable. El MORGANCIDIO fue acelerado por el intermitente
escarbar de unos pichoncitos que en nada les importaba la salud ni la historia
de ese cuerpo. Esos pichoncitos, además del “Ejecutivito” están ahí, tienen nombres
y apellidos.
Algunas “ejecutorias” de “notables funcionarios” de la IED. al conocerlas, entenderán las “estrategias”
de ellos para salvar al Morgan:
La mayoría de estos agentes hiperactivos de la incapacidad y la
irresponsabilidad formaron la correa transmisora que viabilizaron el robo más
grande del que ha sido objeto una institución eclesiástica en República
Dominicana: el vulgar robo de los terrenos del Colegio Evangélico Central.
El ya citado incompetente Cancú, era “presidente” del Comité Ejecutivo
de la IED cuando se perpetra el robo de los terrenos del Colegio Evangélico Central. Él pudo impedir ese ROBO; pero optó por su rol de irresponsable
impenitente: Estampó su firma para oficializar
un ROBO tan siniestro, tan espantoso y tan descomunal. Luego de
consumado este MAGNO ROBO, las mismas oscuras fuerzas del mal que instalaron al
Sr. Cancú en la presidencia del
Comité Ejecutivo, siempre ensambladas y moviéndose en la misma dirección y
sentido de sus perversas ambiciones, en
el 2010 llevaron al Sr. Cancú a la
Secretaría Ejecutiva de la IED, reelecto en el 2014. Fue llevado a esta
posición para que haga lo que sólo él puede y podía hacer: servir de excelente e impermeable protector de la impunidad.
Estos mismos pichones de la incompetencia, que con sus actos
irresponsables posibilitaron el ROBO de los terrenos del Colegio Evangélico
Central, son los mismos que han prestado su falta de carácter para venderle a
compradores sin rostro propiedades de la Iglesia en la octava parte de su precio
real. Estos pichoncitos de la mediocridad son los mismos que guardaron
silencio cuando una intención malvada
pretendía vender casi la totalidad de los terrenos del Campamento Nacional, en
Boca Canasta, Baní. No lo vendieron por
la responsable y resuelta actitud del único HOMBRE con que cuenta actualmente la IED: La Rvda.
Susana Sánchez.
Esa aberración del verdadero liderazgo religioso, es la misma que jamás
ha emprendido iniciativa alguna para recuperar
bienes de la IED en manos de particulares. Y como si todo esto no fuera
suficiente, ese anillo de incapaces, en virtud de esta misma condición, la IED
cierra seminarios, no tiene candidatos al Santo Ministerio, ha perdido su
misión y visión, su expresión DE Fe ha
desaparecido; lo que el pasado reciente eran quásares teológicos se han
reducido a velitas de insignificante llama, no tiene un plan de pensiones, los
pastores tienen salario de hambre, otros. Y mientras “la vida prosigue su
agitado curso” (frase de Rodriguito), los barquitos de papel y postalitas que
desnaturalizan lo que es un Comité Ejecutivo, no pueden bogar mar adentro; y no
pueden porque son de papel.
Distinguidos y respetados lectores, les he mostrado sólo una biopsia del cuerpo de la IED, cosas verificables sobre el terreno. El cuero IED ha hecho metástasis por los efectos mortales de una cepa de incapacidad enquistada en sus espacios medulares más íntimos: es esa cepa mortal la que se ramifica todos los días; llegó al Colegio Morgan de Barahona, lo disminuyó y redujo hasta provocarle la muerte física; jamás al Morgan, que vivirá para siempre en el corazón de la ciudad de Barahona y de toda la provincia de Barahona, porque es uno de los patrimonios inmutables.
¿Qué podía importarle a un Samanense lo que representa el Colegio Morgan para la ciudad de Barahona?
¿Conocen esos “notables funcionarios” samanenses los grandiosos aportes del Morgan a la sociedad
dominicana y al mundo?
¿Quién le dijo a los “funcionarios” de la IED que el Colegio Morgan era
herencia particular de ningún samanense?
La historia no absolverá a los irresponsables, deduzco esta afirmación
de la Primera Palabra pronunciada desde la Cruz: “Padre, perdónalos; porque no
saben lo que hacen”. ¡claro!, el perdón existe; pero sólo aquéllos que no saben
lo que hacen; por tanto, los IRRESPONSABLES QUE A PRIORI SÍ SABEN LO QUE HACEN,
merecen las sanción del cielo y de la tierra.
Con autoridad e indignación total,
Alfredo Ferreras
1.-Egresado del Colegio
Morgan
2.-Ex – presidente de la
Asamblea General de la IED, años 1994 y 1995.
3.-Ex – presidente de la
Junta Nacional de Educación de la IED, años 1988- 2003 (en materia educativa,
responsablemente declaro –puedo probar documentalmente esta afirmación- , que
desarrollé en la IED para beneficio de la sociedad dominicana el más grandioso
trabajo de su historia).
4.-Fundador del Seminario
Teológico de la IED.
Ministro de la Palabra
y el Sacramento de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos.
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