En su misiva, los intelectuales dominicanos hacen una breve reseña histórica de las migraciones haitianas, tanto hacia nuestro país, como a Cuba y otros países del Caribe, dejando establecido que ese "delito migratorio se origina en la condición de Haití como Estado Fallido, cuya soberanía intervino el Consejo de Seguridad de la ONU con un contingente militar [la Minustah] con su Resolución No.S/RES/1542 del 1 de Junio del 2004, atendiendo a que Haitía era una amenaza a la paz de la región".
Recuerdan que la Resolución planteaba que la Minustah estaría en Haití sólo por seis meses, pero la misma ha sido reiterada dicisiete veces sucesivas prolongando su presencia por diez años.
Indican que la crónica situación de crisis política, social y económica, ha llevado a aquel país a exportar braceros durante mucho tiempo para que contribuyan con sus remesas a la economía haitiana, pero que ahora, a pesar del esfuerzo que despliega el gobierno dominicano para detener la anarquía fronteriza de la migración ilegal inducida, el Estado haitiano no contribuye a regular el status de su connacionales, cobrando altos costos por los documentos requeridos, lo que ha sido motivo de protestas de parte de los haitianos afectados.
Aseguran que el intercambio comercial fronterizo mueve unos USD 1,000 millones al año, y la diáspora haitiana en el país remesa a Haití USD 308 millones al año y que Haití busca desde su lado ejercer el control de la frontera para cobrar impuestos aduanales al ingreso de productos y mercancías provenientes de República Dominicana. Para ello construye desde 2013 secciones parciales de un muro fronterizo, apareado a un gran edificio de oficinas aduanales.
Se quejan porque con todo y eso "Haití movió la protesta internacional del CARICOM contra las normas que dictó nuestro país para controlar y definir el estatus de su migración ilegal; y contra las medidas que aplica en la frontera para detenerla junto a los infiltrados que depredan los bosques dominicanos para hacer el carbón que Haití usa para cocinar; protesta que fue llevada a la OEA con la aviesa e inaceptable acusación de que obedecían al racismo dominicano, que supuestamente rechaza la migración haitiana por negra".
"Esta acusación no solo es insultante sino también ridícula, a la vista del perfil étnico dominicano que consigna en el Internet la página ‘CIA World Fact Book’, de 73% mulato (mezcla negro y blanco), 16% blanco; y 11% negro. El epíteto de racista a un pueblo que no tuvo dificultad para mezclarse, creando la base de su estabilidad social y adelantándose a la consigna de ‘reconciliación’ étnica del gran Mandela, es un obvio abuso de parte de una Comunidad de Estados Caribeños que enarbolan entre sí el libre comercio, pero no la libre circulación de personas; y en ningún momento han practicado la solidaridad migratoria con Haití que demandan en los escenarios internacionales a nuestro país, ni siquiera cuando el terremoto de Enero del 2010", apuntan los profesionales dominicanos en su misiva Ban Ki-moon.
Afirman que esa misma página de Internet señala que el perfil étnico de Haití es un 95% negro y un 5% blanco y mulato. Una muestra de que la minoría controla la vida política y económica de Haití de espaldas a la condición de vida del restante 95% de su población, la cual desea sacar de Haití y no tiene reparos en plantearlo abiertamente.
Según entienden, lo que plantea el periódico haitiano ‘Le Nouvelliste’ de exportar el excedente de población económicamente marginada, es una propuesta que viene desde la intervención militar de EE.UU. en Haití [1935-1934], y refrendada con el Informe de la Misión de Expertos de la ONU de 1947; pero la misma se propone dejar a República Dominicana como destino único de esa diáspora, mientras mantienen cerradas sus fronteras.
"Ello equivale a una ‘Fusión de Facto’ con Haití, que daría a sus patrocinadores el control de la vida política dominicana; para lo cual la clave es obtener a favor de esa cuantiosa migración haitiana y sus descendientes, la ciudadanía dominicana, como pretenden quienes la sustentan", aseguran.
Expresan su temor de que con la desproporcionada participación de esa migración, y con la presión internacional ejercida contra la República Dominicana para que se le conceda la ciudadanía a cientos de miles de inmigrantes ilegales haitianos, , ellos tendrían la capacidad de decidir los procesos electorales que se celebran en nuestro país cada cuatro años.
"De esta manera, las reglas de la democracia que Haití no practica y se resiste a adoptar, costarían a los dominicanos su soberanía. Aceptarlo es traicionar a la Nación y los dominicanos no están dispuestos a consentirlo, lo que inevitablemente detonará una confrontación social y política de dimensiones y consecuencias imprevisibles", enfatizan.
Ante la situación expresada en su misiva, los intelectuales dominicanos "planteamos por su digno medio a la Organización de las Naciones Unidas, la necesidad de asumir formalmente, la responsabilidad de asistir al Estado Haitiano en la búsqueda de su estabilidad política, social y económica, mediante una Política Migratoria Humanitaria con Equidad; que conduzca a mediano plazo, al retiro del contingente militar de la MINUSTAH y la reposición a Haití del disfrute pleno de su soberanía; para lo cual entendemos que se precisa: 1.Establecer una modalidad de Fideicomiso semejante al ‘Plan Marshall’ por 15 años, consentido por los Haitianos; encabezado por un Consejo de Estado, en lo que podría considerarse un ‘Gobierno Compartido’ con la Comunidad Internacional
2.Extraer de Haití su excedente de población respecto de su capacidad económica, lo que supone reducirla en las metas cuantitativas y plazos que establezca el Consejo de Estado del Gobierno Compartido, hasta tanto una política de aprovechamiento y explotación de su abundante riqueza minera y turística, reoriente su economía hacia un desarrollo planificado y diversificado que permita revertir el proceso migratorio de dicha sobrepoblación.
Ello supone que naciones vinculadas históricamente a Haití, asuman recibir la proporción justa de ese excedente poblacional, incluyendo a República Dominicana; aplicando el ejercicio analítico sujeto a revisión que acompaña el presente Memorando, que lo hace con un coeficiente que conjuga capacidad territorial, económica y densidad poblacional ensayado con cinco países (pero abierto a otros). El mismo plantea en una primera etapa, sacar el 30% de la población de Haití, o unos 3 millones de nacionales; y como distribuirlos equitativa y proporcionalmente por cada país que acogería esa migración".
El documento enviado a Ban Ki-moon, está firmada por el Arq. Leopoldo A. Espaillat Nanita, Dr. Roberto B. Saladín Selin, Lic. Hugo Guiliani Cury, Ing. Pedro Delgado Malagón, Dr. Luis Ventura Sánchez y el Ing. José Luis Moreno San Juan.
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