Cuando Llueve, Barahona se Pone Intransitable

Por Modesto Peña Cuello

Esta ciudad recibió en el presente mes de septiembre, un fuerte torrencial de agua que duró aproximadamente más de una hora, debido a una vaguada anunciada por la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET). Desde el mes de Junio hasta Noviembre del 2019, es el tránsito en el que se forman las tormentas tropicales.

Si no fuese por la providencia del Creador del mundo, que nos dejò un drenaje natural con pendiente agua abajo, Barahona fuera otra cosa, menos una ciudad.

Aunque disfrutè las agradables lluvias que caían esa noche verticalmente desde las nubes, por otro lado me embargaba una gran tristeza, porque mi pueblo engendra carencias de educación ambiental, cívica, por la inobservancia y la cuasi-nula promoción de la Alcaldía de no orientar, motivar a los munícipes a través de charlas, conferencias, encuentros con los barrios y organizaciones barriales, sobre la higiene de la ciudad.

Este pueblo quedó  atrapado cuadripléjicamente en la parte baja de la ciudad, desde el barrio la Playa hasta la avenida Circunvalación Dr. Antonio Méndez, por los escombros y los desechos plásticos arrojados por el alcantarillado pluvial y las cañadas que circundan en ese perímetro.

El municipio de Barahona tiene varios drenajes pluviales (obsoletos), cañadas que datan del nacimiento del mundo, que nunca se le ha dado mantenimiento, por lo que se colige que en cualquier momento pueden colapsar y traer consigo una desgracia humana irreparable.

El  autor de estas líneas es candidato a Regidor por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Modesto Peña Cuello, llevarà la propuesta al Consejo de Regidores a partir de Agosto del 2020, para que en el  Presupuesto Municipal, que ha de discutirse y aprobarse ese mismo año, se destine una partida para las reparaciones del drenaje pluvial, cañadas, ríos y arroyuelos.

También, fortaleceré mi propuesta para que se coordine con el Gobierno Central y sus ministerios, para desarrollar ese plan conjunto de reparación y mantenimiento, con el  objetivo de que la ciudad no sufra cada vez que caen par de milímetro cúbicos de lluvia, las calles y los alrededores por donde viven esas gentes no queden aisladas y les impidan realizar sus labores cotidianas, por negligencia del Gobierno Local y el Concejo de Regidores.