Las Alianzas Electorales en el Gremio Médico

Por Clemente Terrero *  

En el mes de noviembre del año 2025 se celebrarán elecciones nacionales en el Colegio Médico Dominicano, y todas las candidaturas están trabajando intensamente por hacer alianzas, porque en la historia de nuestro gremio ningún candidato ha ganado solo, ya que la lógica del triunfo es la sumatoria de fuerzas. 

Las alianzas son necesarias y muy importantes en cualquier proceso electoral, porque éstas permiten aumentar el caudal de votos a los candidatos con las fuerzas gremiales que se sumen; hay que tener claro que para ganar es necesario gestionar el mayor acuerdo.   

Las elecciones en el gremio son procesos muy complejos y delicados, donde existen muchas variables que pueden modificar de un día para otro el escenario, arrojando resultados inesperados.     

Sin embargo, en este contexto hay que entender que una alianza no es una simple operación matemática de sumar, sino que en ésta también hay que restar. Ojo con eso.   

De antemano, en una alianza los candidatos no debieran tener pensamientos lineales, que le dificulten entender como es asimilar las variables de esos procesos, evitar restarle valor y resistirse a aceptar la verdad, aunque le duela, porque al final puede quedar frustrado.   

Como se ha explicado en otros artículos, las organizaciones políticas, igual que las gremiales, tienen misión, valores, principios, conceptos e ideas que las hacen diferentes una de otras, es su identidad y autenticidad, cualidades que atraen seguidores.   

Los movimientos gremiales, aunque coinciden en algunos lineamientos generales, en verdad cada una tiene sus particularidades opuestas a los demás. Los médicos tienen la opción de escoger a cuál se quieren unir.   

En ese tenor, las alianzas pueden cambiar la preferencia de sus seguidores y pueden no aceptar esa unión que hizo su movimiento y tomar la decisión de no seguirla. Por esa razón, es que las alianzas no son puras, sobre todo cuando se hace de manera transitoria, cuando no se toma en cuenta la opinión de sus miembros.   

Esa realidad, es más evidente cuando las alianzas se producen entre fuerzas tradicionalmente antagónicas, la cual provoca disgusto, desaliento y desprendimiento de los seguidores más conscientes, de los que son defensores de los ideales que los mantenía unidos.   

En cada alianza debe valorarse bien si le convine o no al equipo, valorar las repercusiones de ese paso, una alianza no es una relación de fraternidad, ni debe ser por sentimientos que alguien le cae bien, deber ser por voluntad unánime del equipo. Las alianzas se basan en propuestas, metas y objetivos comunes, hay que convencer al conglomerado, porque en ese momento se está apostando a la división de la organización.    

Para comprender mejor este postulado que estamos tratando de explicar, hay que saber que los miembros de una organización de masas son conscientes y siempre son fieles a sus ideales y principios.   

Cuando se hace un pacto con una fuerza que ha sido tradicionalmente cuestionada, por diferentes razones, pudiera producir descontento, desilusión, abandono, no solo de sus dirigentes, sino también de sus seguidores, quienes podrían sentirse engañados y defraudados.    

Hay que tener bien claro que, las alianzas entre fuerzas antagónicas pueden producir trasiego de seguidores desde una organización a otra, hacia la que entienden puede representar mejor sus intereses, sus valores, ideales y principios.   

Las alianzas no son puras, hay que entenderlo así, aunque los dirigentes puedan pasar a apoyar otras fuerzas, la gente que los sigue puede tomar otro camino, y más sino se siente bien con el paso que se dió, no lo aprueban, o simplemente no están de acuerdo y prefieren mirar para otro lado, buscando mejores opciones en quien confiar.   

Las alianzas electorales no son puras, ni pluscuamperfectas. 

*El autor es gremialista histórico y militante activo del Colegio Médico Dominicano (CMD).-