
El especialista dijo que todas las enfermedades tienen protocolos de manejo, tanto a nivel público como
privado, avalados por el Ministerio de Salud Pública y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Si nosotros cumplimos con la aplicación de los protocolos, no es que no habrá muertes, pero el número del indicador de los decesos por rabia humana se reduciría a la mínima expresión”, precisó Sehuoerer, quien tiene un postgrado en Salud Pública y Administración Hospitalaria.
Advirtió que cuando se presenta un brote, como ha ocurrido en la provincia Pedernales, con un saldo hasta ahora de tres niños muertos por rabia humana, lo primero que indica el protocolo es realizar una inmunización colectiva.
Sugirió que todas las unidades de atención primaria y hospitales sean dotados de la vacuna contra la rabia para que los afectados reciban la inmunización de inmediato, tomando en cuenta que las autoridades del sector salud han dicho que hay suficientes dosis en el país.
“No se explica por qué si aparece un brote y habiendo la vacuna, que no se aplique el protocolo para el manejo de la enfermedad. En los casos detectados ha habido una violación garrafal del protocolo para el manejo de la enfermedad”, indicó Sehuoerer.
Exhortó a poner una especial vigilancia a la frontera con Haití, ya que la mayoría de las enfermedades infecto-contagiosas provienen de la nación con la que República Dominicana comparte la isla.
“Hay que tener una estricta vigilancia fronteriza, porque cualquier animal contagiado cruza la frontera, muerde a cualquier ser humano, y se desata un brote inmediatamente”, añadió.
Considera que los protocolos para tratar cualquier enfermedad no son clichés, sino una realidad avalada por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que asegura han sido enviados a hospitales, clínicas rurales y centros de atención primaria.
Sehuoerer precisó que la Dirección General de Epidemiología es una vigilante constante y continua en la aplicación de los procolos.
En el protocolo para el manejo de la rabia humana, elaborado en el año 2016, están detallados los pasos a seguir para la prevención, el manejo, el diagnóstico, el tratamiento, la actuación y la atención de casos de la enfermedad, con las debidas especificaciones para cada actor del sistema de salud, así como con orientaciones puntuales a las familias con un pariente mordido por un animal capaz de transmitir el mal.
El instrumento muestra de una manera muy clara cómo proceder en caso de una exposición leve o de alto riesgo, qué hacer si el animal ha sido ubicado o si no aparece, en cuáles casos aplicar las cinco vacunas necesarias para evitar el contagio, la aplicación de la dosis en función del peso de la persona afectada, cómo proceder dependiendo del lugar donde se produce la mordedura, cómo curarla, en fin todo el procedimiento antes, durante y después del ataque.
No vacunar ni matar al animal tan pronto muerde a alguien
A los familiares las recomendaciones son no vacunar a los animales que han agredido a personas, ya que esta operación puede alterar el periodo de observación. Llevar su mascota a vacunar contra la rabia anualmente, esterilizar o castrar a sus mascotas para ayudar a reducir el número de animales domésticos no deseados. Limpiar la herida con abundante agua y jabón tan pronto se produce una mordida.
También no sacrificar a los animales que han agredido a personas antes de concluir el período de observación de 15 días, a menos que experimenten signos compatibles con la rabia.
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