Alienación de ciudadanos para convertirlos en habitantes
Por Rafael Matos Féliz
Las
personas que no desempeñan su rol social como seres humanos, sino que
actúan como robot o como personas con amueblamiento cerebral parecido a
la selva, no llegan al nivel de ciudadanos, sino que son en realidad
“habitantes”. Habitan, viven, pero no actúan como seres conscientes, que
es una de las cualidades que diferencia a los seres humanos de los
animales salvajes.
Con las diferencias mostradas entre el
desarrollo sostenible y el crecimiento económico, hemos esperado que
aquellos que se descantillan diciendo que los que nos oponemos, con
argumentos muy válidos, a los llamados proyectos de todo tipo de
malandrines, que quieren explotar a la población y sacar ventajas
onerosas, a costa de la salud, de la vida y en contra del desarrollo
sostenible; hemos deseado que expresen argumentos válidos a favor del
crecimiento económico que enmascaran de desarrollo. ¡Pero qué va!, lo
que han demostrado es una alienación, que manda madre.
Su
alienación es tan determinante, que cuando uno los oye o los lee, parece
que escucha o lee a un infante de 10 años. Perdón a los infantes. Y todo
esto nos lleva a sacar las experiencias del Lingüista y Filósofo Noam
Chomsky, quien señala en las “10 Estrategias de Manipulación Mediática”,
cómo producto de la alienación, las personas se comportan de manera
contraria a lo que se espera de ellas por su condición o su naturaleza
humana.
Algunas estrategias, usadas por gobiernos (más, si son
corruptos), por los empresarios y el gran capital, son las siguientes:
Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos
problemas sociales; en temas sin importancia real. Los alienadores se
encargan de mantener activa su base de adoradores, aunque estén acabando
con toda la población. Los compran por platos de lentejas, les dan
“romo” y otras drogas al por mayor y al detalle.
Recordemos a Trujillo,
que mientras torturaba, asesinaba, desterraba, despojaba y atemorizaba,
daba al pueblo “Fiesta hoy y mañana gallos”.
De ahí, las ofertas
de “romo” y demás drogas, por todos los lados, en el malecón, en las
esquinas, en los parques, en los barrios. Es casi imposible que una
persona alienada bajo la influencia del “romo”, drogas o dadivas, se
preocupe por niños que mueren de hambre o en hospitales, por la muerte
materna, por la falta de empleos dignos, por la corrupción y la
impunidad, su alienación los hace totalmente apáticos. Son Habitantes.
Otra
alienación, es la creación expresa de un problema para luego dizque
resolverlo. Entonces la gente alienada por la propaganda mediática
después dice ¡Qué bueno!, ya se resolvió el problema, y dan gracias a los
“protagonistas” de la solución. Es el caso de los apagones, que no hay
razones reales para ellos, y luego con “Punta Catalina viene la
solución”. ¡Gracias al gobierno y a las Empresas de energía! Lo mismo
pasa con la inseguridad ciudadana, con la salud, etc.
Otra
alienación, es dirigirse al público como criaturas de poca edad. Se usan
discursos, argumentos, personajes y entonación infantiles y con ello
manejan a la gente como criaturas de poca edad o con deficiencia mental.
Veamos los anuncios propagandísticos de Educación, Obras Públicas y
otros ministerios. Usan niños y con esos anuncios pretenden hacer que
pensemos como niños. Por otro lado, se busca no crear empleos dignos,
así la gente se comporta como biogénica, es decir, coge lo que sea, solo
busca la comida y donde dormir.
También, se estimula al público
en la ignorancia y la mediocridad. La educación dada a las clases
sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, ¡Ah pero a
los niños se les da “comida”! Eso “importa más que la educación
propiamente”. Las clases superiores se preocupan por la educación de
calidad, pues su comida está asegurada. En este mismo tipo de
alienación, se le estimula al público a creer que es una moda el hecho
de ser estúpido, vulgar o inculto.
Asi, las “políticas públicas”
que se encaminan, aunque no respondan a las necesidades de la población,
contarán con una legión de “habitantes” defendiéndolas; unos, alienados
por influjo de las estrategias mediáticas y otros, alienados por su
compra-venta a los poderes fácticos.
Nos contactamos en otra ocasión,
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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