EDITORIAL HUESPED

Exijamos reciprocidad

La República Dominicana y Haití mantienen un intercambio comercial beneficioso para ambas partes. Los haitianos se abastecen aquí de lo que no produce su país, y aunque en menor proporción, los dominicanos adquirimos parte de la producción haitiana. Se supone que un intercambio de mutuo beneficio debe estar revestido de garantías y

seguridad recíprocas, pero no ocurre así. Los transportistas haitianos que traen mercancía a este lado disfrutan de seguridad, y salvo casos aislados, no ha habido incidentes en su perjuicio. En cambio, son demasiado frecuentes los asaltos, secuestros y asesinatos de transportistas dominicanos en Haití, y la situación, en vez de resolverse, empeora cada vez más.

Hasta ayer eran retenidos 97 camiones con productos dominicanos destinados a Puerto Príncipe. La razón fue la falta de garantías por la amenaza de manifestaciones anti dominicanas promovidas por grupos haitianos. Finalmente, policías haitianos escoltaron los vehículos hasta su destino. 

Las oficinas consulares nuestras están cerradas temporalmente, por falta de seguridad. Haití tiene su embajada y consulados en la República Dominicana y nunca han sido agredidos por grupos dominicanos, a pesar de los frecuentes desplantes que Haití nos hace. El Gobierno dominicano tiene que exigir que el Estado haitiano nos garantice la misma seguridad que nosotros le garantizamos.