Por Tomás Aquino Méndez
El PLD hasta hace poco había mantenido levantada la bandera del respeto. Una
organización en la que se pensaba en “Servir al partido para servir al pueblo”. Parece que eso ha quedado atrás, si revisamos los discursos de algunos de los aspirantes y de los voceros de otros.
Asombra ver al PLD tomar el camino del PRD en cuanto al irrespeto a sus líderes y sus dirigentes. Ellos, al parecer, no entienden que hay planes de que salga del poder ese partido, y en ese plan hay empresarios y sectores externos, sin importar si es Danilo, Leonel o cualquier otro el candidato. Esos que se agreden internamente no entienden que, cualquiera que sea el candidato, necesitará de los demás. Hay expresiones, actitudes, mensajes que abren heridas que no cierran.
No entiendo porqué Reinaldo Pared, Francisco Javier, Temístocles Montás, Radhamés Segura y Leonel Fernández tienen que lanzarse dardos venenosos que impidan que mañana puedan encontrar el antídoto para extraer la sustancia dañina de su cuerpo. Eso pasó entre Hipólito, Miguel, Hatuey, Esquea y hoy ha sido imposible la reconciliación. Las excusas y el pedido de perdón no borran las ofensas.
Preocupa que en el PRD y el PLD, que sin dudas han contribuido a la democracia, el desarrollo y la estabilidad del país, no puedan, internamente, tener respeto entre sus dirigentes y mantener su unidad. Deben entender los aspirantes en el PLD y el PRD que solo uno será el ganador y los demás tendrán que integrarse, si quieren que su partido triunfe y permanezca unido. Esa integración solo será posible si hay respeto. Descalificando adversarios internos es imposible. Quien debe recurrir a la ofensa y epítetos personales para descalificar a su adversario, se descalifica asimismo.
Considero un error que en su lucha por la presidencia, los candidatos, directa o indirectamente, comiencen a enfrentar, “como si fuese su enemigo”, a su adversario interno. Es un error de políticoS que se puede pagar con la pérdida del poder y el rechazo de la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.