Propuesta: Desarrollar la Agricultura Familiar Orgánica (1)
Por Rafael Matos Féliz
Estimados,
en esta vez queremos dejarles en su ánimo una propuesta de desarrollo
sostenible que ha dado y sigue dando buenos resultados en numerosos países de
América Latina; nos referimos a la Agricultura Familiar y Orgánica, la cual
ocupa en los países latinoamericanos y en actividades productivas, a más de 60
millones de personas.
Agricultura
familiar es la producción agrícola,
forestal, pesquera, pastoril y acuícola, gestionada y operada por una familia y que depende
principalmente
de la mano de obra familiar,
incluyendo tanto a mujeres como a hombres. Se caracteriza por ser
la principal fuente laboral de espacios rurales a nivel mundial, especialmente
en América Latina y el Caribe, contribuyendo a la erradicación del hambre en
sectores vulnerables, que no tienen acceso al mundo urbano.
Agricultura
orgánica es el sistema de producción agrícola
que utiliza al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad
del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo, minimiza el uso de los
recursos no renovables y no utiliza fertilizantes ni plaguicidas sintéticos, con
el objetivo de preservar el ambiente.
Países latinoamericanos se
han adelantado con esta actividad productiva y así tenemos a Cuba, con más de
300,000 personas dedicadas a la Agricultura Familiar. En Bolivia existen
871,927 unidades productivas agropecuarias de diferentes tipologías, de las
cuales, más del 90% corresponde a la agricultura familiar. En Costa
Rica se
estima que un 55,4% del total de las fincas del país corresponden a
agricultura familiar, y de ellas, un 15,6% pertenece a mujeres productoras.
México cuenta con 54,248
huertos familiares y proyectos de agricultura de traspatio, que benefician a
igual número de mujeres y personas de la tercera edad en condiciones de pobreza
extrema y además, tiene otros 10,829 huertos familiares, especialmente de zonas
marginadas. La agricultura
familiar representa el 8.3% (2,586,911 hectáreas) del total de la superficie bajo
producción en México.
En Honduras, la agricultura
familiar es básica para alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional de la
población. Las estadísticas indican que hay 845,465 hogares que conforman la
agricultura familiar hondureña. En Nicaragua, la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señala que el gobierno
promueve un programa que pretende establecer 250,000 huertos domésticos en las
ciudades de todo el país.
Quito, la capital de Ecuador,
es una de las capitales más verdes de la región. Según el último recuento,
tiene 140 huertos comunitarios, 800 huertos familiares y 128 huertos escolares.
La
agricultura familiar ecuatoriana se compone de 250.000 productores, 30 % del
total, y estos disponen de 4 millones de has (33 %) de la superficie
agropecuaria.
Actualmente, existe un amplio acuerdo acerca de la
importancia que reviste la agricultura familiar en la seguridad alimentaria, en
generación de empleo agrícola, mitigación de la pobreza, conservación de la
biodiversidad y tradiciones culturales. Más del 80% de las
explotaciones agrícolas y más del 60% de la producción de alimentos básicos de
Latinoamérica, provienen de la agricultura familiar; sin embargo, “existen
altos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria entre los agricultores
familiares”.
Según la FAO, República
Dominicana tiene 281,526 unidades de agricultura familiar, lo que equivale a un
81% de predios agrícolas en manos de familias. Sobre esa realidad el
representante de la FAO en el país, señor Carmelo Gallardo, durante la
celebración del Primer Congreso Latinoamericano y Caribeño de Agricultura
Familiar, celebrado en Punta Cana en noviembre de este año, señaló que: “No
podemos eliminar la pobreza rural sin contemplar la problemática de la
agricultura familiar”.
Mejorar esta situación implica
entre otras acciones, la elaboración de políticas públicas a favor de la
agricultura familiar, aumentar el gasto público y promover la agricultura
sostenible y la resiliencia agrícola con una producción orgánica. Es necesario la
reducción de fertilizantes químicos y la aplicación de técnicas apropiadas que
no afecten el medio ambiente. Sin embargo, aún con los valiosos aportes que
realiza la agricultura familiar a la seguridad alimentaria y al cuidado del
medio ambiente, su importancia no ha sido lo suficientemente valorada en las
políticas públicas del país y de la región.
Continuamos
en otra ocasión,
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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