16 de octubre de 2017

¡LA FELICIDAD NO ES ETERNA!

Un buen salario no garantiza la felicidad
 
Alejandro Maríñez (Listín Diario)

Resultado de imagen de DINEROSanto Domingo.-El concepto “felicidad” es muy amplio y por esto es utilizado de forma distinta. Mientras unos consideran la felicidad como un estado permanente de bienestar, otros la aceptan como una emoción pasajera y hay quienes se atreven a afirmar incluso que no existe. A pesar de las distintas versiones, hay una idea subyacente que se mantiene constante y de forma popular: la riqueza compra la felicidad. Pero, ¿es esto cierto?
 

Un aspecto que influye en la percepción sobre ser feliz es la imaginación. En su libro “Tropezando con la felicidad”, el psicólogo de Harvard Dan Gilbert subrayó que las personas imaginamos que seremos felices al tener hijos, ganar más dinero o trabajar haciendo aquello que nos gusta. Es fácil imaginar que tener dinero implica una vida sin problemas y que esto trae consigo un bienestar absoluto. Sin embargo, luego de encuestar personas adineradas, Gilbert encontró justo lo contrario.

El hecho de poseer riquezas implica una serie distinta de problemas a los enfrentados por la clase media o baja, pero no menos desafiantes, sobre todo en lo concerniente a la crianza de los hijos, quienes se ven expuestos a distintas amenazas provocadas por el dinero, señaló el psicólogo en su libro.

Ámbito laboral
Estudios psicológicos en el área laboral han demostrado que la satisfacción laboral y el salario tienen una relación muy débil, como lo prueba un meta-análisis del 2010 publicado en el “Journal of Vocational Behavior”, donde los autores señalan que el sueldo está “sólo marginalmente relacionado con satisfacción laboral” indicando que existe poca diferencia entre aquellos que ganan más dinero y los que ganan menos.


La sensación de que seremos felices o nos sentiremos mejor en el trabajo si ganamos más dinero parece ser errónea, pues hay muchos otros factores que influyen más directamente en la satisfacción laboral, como la relación con los jefes y los colegas o el ambiente de trabajo.

Opiniones diversas
No obstante, es preciso señalar que aunque algunos autores señalan que la felicidad no puede ser obtenida a través del dinero, otros afirman que sí.

En un artículo titulado “If Money Doesn’t Make You Happy Then You Probably Aren’t Spending It Right” (Si el dinero no te hace feliz, probablemente no lo estás gastando correctamente), Gilbert  señaló que los estudios con fines para probar la relación entre el dinero y ser feliz demuestran que el primero sí compra el segundo, pero no tanto como la gente cree.

El punto principal es que debido a nuestra pobre imaginación sobre las cosas que nos harían felices, gastamos el dinero vanamente, comprando artículos que no necesitamos ignorando que gastar de forma sabia y en experiencias (como viajes) produce mayor satisfacción que sólo comprar bienes materiales.

 Por otro lado, el psicólogo Daniel Kahneman, luego de analizar una encuesta realizada por Gallup Organization sobre lo que las personas piensan de la vida y sus experiencias, recalcó que mientras menos dinero ganamos, menos satisfechos nos sentimos. Afirmó que si bien el dinero no compra la felicidad, “su ausencia compra miseria”. Este Nobel de Economía parte de la premisa de que la felicidad y el bienestar son conceptos distintos y explica que si bien el dinero puede proporcionarnos una sensación de bienestar, no influye en emociones como la felicidad.

La felicidad es una emoción pasajera
Otro factor que es importante comprender es que el sentimiento de felicidad o alegría no es eterno. Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones, remarcó en su libro “Emotions Revealed” que las emociones son sólo por momentos, largos o cortos, pero nunca permanentes.


 Ekman describe que el ser humano se mantiene en un estado neutral del cual pasa a una emoción, dependiendo del contexto, y regresa a su neutralidad. El hecho de imaginar que tal o cual situación nos hará sentir felices, plenos, nos motiva a alcanzar esa meta, pero luego esa sensación se desvanece y se abre la posibilidad de sentirse vacío, insatisfecho.
 
A pesar de la cuantiosa literatura existente sobre la búsqueda de la felicidad y de que las librerías están repletas de libros de autoayuda en relación al tema, los expertos aconsejan, por ejemplo, comprar experiencias en lugar de cosas materiales o tener bajas expectativas para luego no sentirse decepcionado. Lo importante es tener un concepto adecuado sobre lo que es la felicidad para establecernos metas realistas y no esperar más ni menos de aquellas cosas que imaginamos con relación al dinero.

*El autor es neuropsicólogo.-

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